LA PLANIFICACIÓN DEL ESTADO CON LA PARTICIPACIÓN COLECTIVA Y EN ARMONÍA CON LA MADRE TIERRA
Las comunidades afectadas por la contaminación en los procesos de planificación
El proceso de planificación participativa en Bolivia se inicia con la Ley de Participación Popular y normada por disposición de la Resolución Suprema No. 21691 del 14 de marzo de 1997. Se diseña con el objetivo de romper los moldes de la “participación representativa”, y para aplicarla en territorios y espacios locales (municipios). Su metodología comienza con talleres de la Planificación Participativa, que culmina con una acción colectiva con la elaboración de un Plan, un Presupuesto, y el control social y vigilancia en la ejecución de los proyectos. Con este modelo de control social, se pretendía justificar la promulgación de esta norma legal. Sin embargo, su proceso de aplicación pone de manifiesto sus contradicciones en los momentos de su ejecución, porque el concepto de “participación” surge de las iniciativas de un equipo cerrado de intelectuales, y no así del cuerpo de saberes y conocimientos de la población. Las dificultades y contradicciones salen a flor de piel, cuando se implementa en espacios locales (municipios), donde no se logra conectar el concepto de participación de este modelo con el concepto propio de “participación” de las instituciones locales (pueblos indígena originarios campesinos, localidades intermedias, y otras), porque el primero, se aísla del entorno social, cultural y territorial, principalmente de la dinámica de movilidad poblacional (temporal o definitiva),dinámica condicionada a factores socio-ambientales: familias expulsadas por el deterioro de su entorno natural y/o prácticas históricas del “doble domicilio”. De manera que la presencia temporal y espacial en los talleres de “recojo de demandas” no conjuga con las actividades cotidianas de la comunidad (siembra, cosecha, intercambio de productos, y otros) espacios donde se consolidan los saberes de las poblaciones rurales. Por ello es que este modelo de “participación popular” no ha tenido un avance sustancial para la gestión municipal.
Esta experiencia, nos permite replantear nuevos diseños de instrumentos de planificación para la Planificación Municipal. Se requiere de un nuevo modelo que tome en cuenta las categorías esenciales del entorno natural de las poblaciones, y del diálogo entre los saberes y conocimientos diversos que se practican en el Municipio. Con estas consideraciones, encontramos esfuerzos de instituciones públicas y privadas, para consolidar el manejo y uso de nuevas herramientas para la construcción de los Planes Territoriales de Desarrollo Integral (PTDI). Con esta iniciativa y en coordinación con la Red de Participación Ciudadana y Control Social (Red PCCS), y la Fundación de la Cordillera, se llevó a cabo el Curso de Capacitación para Facilitadores “Planificación Territorial con Enfoque de Sistema de Vida”, con el objetivo de fortalecer las capacidades en el manejo de instrumentos de planificación territorial con enfoque de sistemas de vida, para promover la participación de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en la implementación del Sistema de Planificación Integral del Estado (SPIE) y efectivizar la participación ciudadana en la elaboración de los PTDI. Es importante considerar que esta herramienta permite identificar el balance y equilibrio que se tiene en un sistema de vida, donde los componentes de reproducción de funciones ambientales, los sistemas productivos sustentables y la erradicación de la extrema pobreza, son las tres dimensiones que armonizarán el sistema de vida.
Este nuevo modelo de participación de la sociedad civil en los procesos de planificación territorial, adopta la dimensión de “medio ambiente” (reproducción de funciones ambientales), componente intrínsecamente ligado a la vida de las comunidades, por lo que su utilidad nos lleva a comprender el sistema de vida de municipios y comunidades afectadas por el deterioro de su entorno natural, tanto por efectos de la contaminación, como por el cambio climático. Esta realidad está presente en comunidades de los municipios de la cuenca del lago Poopó, donde las tierras de cultivo, y principalmente las fuentes hídricas (ríos, lagos y aguas subterráneas) han sufrido alteraciones sustanciales por la presencia de residuos mineralógicos, sedimentación, y su deterioro en calidad y cantidad, generando conflictos sociales y económicos en las familias de comunidades pesqueras y agrícolas.
Tomando en cuenta estas consideraciones, los días sábado 29 y domingo 30 de septiembre de la presente gestión en la ciudad de Oruro, con la presencia de la Escuela de Líderes Ambientales Mujeres, que alberga a representantes de las comunidades afectadas por la contaminación (comunidades Uru del lago Poopó, y de la Coordinadora en Defensa del río Desaguadero lagos Poopó y Uru Uru), mujeres líderes de organizaciones sociales de los municipios de Huanuni, Sacaca, El Choro, Machacamarca, Poopó; se llevó a cabo la capacitación en Incidencia Política y la Ley 777, dentro del Curso de Liderazgo para la Gestión Ambiental organizado por el Centro de Ecología y Pueblos Andinos. En este espacio de reflexión y análisis, se estableció que estos dos temas son inherentes a los procesos Gestión y de Planificación en todos los niveles del Estado; por lo tanto, la participación y la inclusión de la temática ambiental en la elaboración de los documentos de planificación municipal, son los elementos indisolubles en los momentos de determinar los sistemas de vida de los pueblos.
En este sentido, el nuevo modelo de planificación del Estado, debe tener la capacidad de garantizar la participación efectiva de hombres y mujeres de estos territorios, y que la aplicación de sus herramientas permita, consolidar el diálogo y la interacción entre las diferentes dimensiones del Vivir Bien para la Planificación, e intrínsecamente con la Madre Tierra.
Ruth B. Vilches Torrejón
Unidad de Justicia Socio Ambiental – CEPA
Debe estar conectado para enviar un comentario.