METALES PESADOS Y NUESTRA SALUD
En la jornada sobre METALES PESADOS Y NUESTRA SALUD, realizada el 11 de noviembre del presente, nos han compartido sus experiencias e investigaciones: Ing. Jaime Caichoca, Ing. Milton Pérez Lovera, Ing. Silke Ronsse, Ing. Sid Potemans, Dr. Richard Chiara Miranda, Dr. Franz Ascui Zuna e Ing. Riley Mulhern.
La contaminación
Es bien conocido que de la gran cantidad de agua en la tierra, solo el 2,5 % es dulce, y de este pequeño porcentaje solo una pequeña parte está disponible para su consumo. En Oruro es una preocupación que el mayor parte de este porcentaje está siendo utilizado para la extracción minera y, a la vez, se es contaminanda con metales pesados, aguas residuales y sales, que superan los límites permisibles, dejando a las comunidades de estas zonas sin acceso al agua, elemento necesario para la vida. Este hecho infringe los artículos de la CPE y las normas ambientales de Bolivia.
La situación de la contaminación con metales pesados en nuestro departamento resulta preocupante, por no decir alarmante.
Numerosos estudios relacionados a la contaminación minera con metales pesados demuestran que su presencia está en porcentaje mayor en relación a los niveles permisibles según la normativa boliviana 512. También lo fue para otros países del mundo, que hoy están trabajando en la remediación y seguirán trabajando en ello durante muchos años.
Pero ¿qué son los metales pesados? Son metales densos que se dividen en esenciales y NO esenciales para el cuerpo humano. Este segundo grupo es tóxico en bajas concentraciones, sobre todo teniendo impactos muy dañinos para la salud. Entre los más comunes y más tóxicos están: cadmio, mercurio, plomo y arsénico.
- La contaminación por arsénico ocurre de forma natural, pero la liberación también se ve acelerada por la actividad minera, cambios en el nivel freático, los gases tóxicos de las industrias, etc.
- El cadmio y el plomo casi no ocurren de forma natural y su presencia se pueden relacionar directamente a la actividad humana.
La contaminación puede parecer normal cuando uno crece en un ambiente contaminado y así desconoce su impacto en la salud humana. Lo ingerimos a través de los alimentos y el agua, además de respirar las partículas suspendidas en la atmósfera y presentes en el suelo y el polvo.
La contaminación en las zonas mineras del Departamento de Oruro ha sido reconocida por el gobierno que, en 2009, declaró Zona de Emergencia Ambiental a la Subcuenca Huanuni mediante el Decreto Supremo 335. Sin embargo, hasta la fecha no hay avances significativos en su aplicación.
Además, es preocupante la acumulación de metales pesados en la cadena trófica. Varios estudios han demostrado la acumulación de cadmio, plomo y arsénico en niveles muy elevados, debido a que la contaminación es acelerada por la actividad antrópica, que no da lugar a la adaptación o recuperación natural. Cuando el ganado consume esta vegetación contaminada con metales pesados, es atacado a nivel celular, no siendo su afección visible hasta la segunda o tercera generación, provocando malformaciones genéticas y enfermedades crónicas.
Estudios han demostrado que las zonas de producción agrícola y ganadera están altamente contaminadas con metales pesados, Cuyas aguas no son aptos ni para consumo ni para riego.
Sin embargo, como propuesta de este evento, se ha expuesto que existen tecnologías de remediación adecuadas para limpiar suelos y aguas: excavación, bombeo, biorremediacón, fitorremediación e inmovilización; aunque nunca se limpiará la contaminación en su totalidad. Lo más difícil es controlar la contaminación atmosférica.
La experiencia de otros países evidencia que es posible implementar tecnologías más limpias en la extracción y la fundición minera para evitar la contaminación del aire, los suelos o las aguas subterráneas. Siendo que las empresas asumen el costo de remediación como parte de sus costos de producción.
Las comunidades del Departamento de Oruro cercanas a las zonas mineras toman agua de pozos que están contaminados. Hay pozos con concentraciones de arsénico de hasta de 400 microgramos, mientras el límite permisible es de 10 microgramos. Muchos niños y mujeres embarazadas consumen esta agua, afectando en el tiempo su salud. Es crítica la reducción de su esperanza de vida.
Impactos en la salud
- El cadmio causa inflamación y cáncer de pulmón, osteoporosis y proteínas excedentes en la orina.
- El plomo: daños cerebrales y renales, hipertensión, anemia y cáncer.
- El arsénico puede manifestarse primero como pigmentación en el tronco e hiperqueratosis en manos y pies. Posteriormente, vienen los síntomas clínicos más pronunciados con afectación en los órganos como el hígado, pulmones, riñón y vejiga, afecciones respiratorias y cardiovasculares y afección neurológica provocando neuropatía periférica similar a la deficiencia de tiamina, anemia. La exposición crónica al arsénico puede causar cáncer en la piel y en los órganos mencionados y partos prematuros. Muchas veces los médicos realizan tratamientos sin saber cuál es la verdadera razón de la enfermedad o muerte.
Para un país en desarrollo, las principales causas de muerte deberían ser las enfermedades infecciosas. Sin embargo, las estadísticas demuestran que los casos de cáncer y enfermedades cardiovasculares están ganando terreno.
Otra preocupación es que hay una adaptación de los microorganismos a los metales pesados, la cual podría dar lugar a nuevas enfermedades en las que los medicamentos actuales no tendrían los efectos esperados.
Buscando alternativas
Hay soluciones. Hay que trabajar con la misma gente, informar y tratar el agua. Precipitación, tratamiento convencional (coagulación, floculación, sedimentación, filtración), electrodeposición, ultrafiltración (tecnología de membranas), intercambio iónico, carbón activado o métodos para la purificación. No obstante, no es fácil pues hay que:
- Seguir investigando y experimentando mejores tecnologías, que sean factibles y de bajo costo, para eliminar los metales pesados.
- Exigir la implementación de las tecnologías existentes por las empresas mineras y autoridades, para una mejor justicia ambiental.
- El cuerpo humano es sabio, en caso de contaminación con metales pesados es importante dejar de consumir de la fuente contaminada (alimentos, agua, etc.) para que el cuerpo se adapte y pueda realizar una limpieza y recuperación natural.
- Promover el premiado de los municipios que atiendan menos enfermos y trabajen más a nivel de prevención.
Silke Ronsse
CATAPA – CEPA
Alicia Cuiza Churqui
Unidad de Formación y Comunicación – CEPA