LAGO POOPO ¿QUIÉN SE RESPONSABILIZA POR EL FUTURO DE LA VIDA SILVESTRE?
«En este Día Mundial de la Vida Silvestre, exhorto a todos los ciudadanos, las empresas y los gobiernos a desempeñar el papel que les corresponde en la protección de los animales y las plantas silvestres. Las medidas que adoptemos cada uno de nosotros determinarán el destino de la fauna y flora silvestres del mundo. ¡El futuro de la vida silvestre está en nuestras manos!»Así empieza el mensaje del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, al recordar que esta institución ha declarado el 3 de marzo como el día mundial de la Vida Silvestre, como una manera de concienciar sobre las otras formas de vida que sin saberlo nosotros, influyen en nuestras vidas.
Si bien la intención última es combatir los “delitos contra la naturaleza” como el tráfico y comercialización de especies, también es el de reconocer que tanto la “fauna y la flora silvestres contribuyen a los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos del desarrollo sostenible y del bienestar de los seres humanos”.
En nuestro caso, es imprescindible que tomemos conciencia sobre la cantidad de animales y plantas silvestres que dependen de la presencia del Lago Poopó. En Llapallapani, comunidad Uru del Municipio de Santiago de Huari, se encuentra David Quispe Álvarez, joven de unos 16 años que participaba en la Feria de Proyectos Social Productivo de la Unidad Educativa, su proyecto consistía en un álbum de plumas de aves. Pero detrás de cada una de ellas, la sabiduría del pueblo Uru sobre la avifauna del lago, plumas que identificaban al:ititi, tokoko, joka, choka, wallata, lekeleke, parina, lechuza, juku, alkamari y sus hábitos de vida.
En tanto en la comunidad de Puñaca Tinta María, don Félix Moricio Zuna de más de 60 años, recuerda que en el lago había más de 37 especies de aves, información que coincide con los datos recogidos en el “Diagnóstico de los Recursos Naturales del Lago Poopó y Uru Uru para su Nominación como Sitio Ramsar” que señala que “la cuenca del Lago Poopó presenta alta diversidad biológica, especialmente en lo que respecta a la avifauna y se considera como parte de centros de endemismo en especies de flora y fauna. En el propuesto sitio Ramsar se registraron 75 especies de aves, de las cuales 36 son de ambientes acuáticos y 38 de ambientes terrestres”.
Tanto David como don Félix y otros cientos de habitantes Uru, de las orillas del lago Poopó, conocen las costumbres de nidación y de cría de muchas aves migratorias y residentes así como de la situación de las plantas acuáticas: totora, algas, loruma, chijra, licachu y otros o de las especies piscícolas de los karachisy pejerrey. No por nada llaman al lago “Lamar Qucha”. Así mismo del humedal, depende la vida de animales y flora terrestre; actualmente se ve tropas de vicuñas que se trasladan de un lugar a otro y zorros que buscan agua y alimento, pampa quwis, vizcachas y quirquinchos. Pastos nativos como el ichu, llapa, waylla, chillawa, inclusive la papa silvestre que aún existe en la isla de Panza, que esperan el agua de lluvia que cae no se evapore tan rápido, en medio de la fuerte sequía.
A nivel internacional, este año se busca fortalecer el vínculo indisoluble entre la vida silvestre, las personas y el desarrollo sostenible. Afirmando que es responsabilidad de cada generación proteger la vida silvestre para la siguiente generación (CPE Art. 9 inciso 6) y planteando la necesidad de emprender acciones desde niveles de decisión nacional. Nuestra Constitución Política del Estado en su artículo N° 342 señala que “es deber del Estado y de la población conservar, proteger y aprovechar de manera sustentable los recursos naturales y la biodiversidad, así como mantener el equilibrio del medio ambiente”, ¿será que sólo nos interesan los recursos no renovables como el gas y los minerales, porque significan ingresos al TGN? ¿No es acaso la vida uno de los valores que sustenta Bolivia como Estado Plurinacional? ¿Quién se responsabiliza por la vida en el lago Poopó? O el vivir bien, significa otra cosa.
Ruth Carol Rocha Grimoldi
Unidad de Culturas – CEPA