Nº 546: Comentarios al libro Inmigrantes bolivianos en España, 11-12-09

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“INMIGRANTES BOLIVIANOS EN ESPAÑA. UNA PRESENCIA QUE INTERPELA DESDE LA DOBLE AUSENCIA” DE JUBENAL QUISPE.

Hace algunas semanas asistimos al lanzamiento de un nuevo trabajo del autor Jubenal Quispe, intitulado: “Inmigrantes Bolivianos en España: Una Presencia que Interpela desde la Doble Ausencia”. A partir de su estadía en España con el fin de realizar estudios de doctorado en Antropología, Jubenal ha tenido contacto estrecho con el “colectivo” boliviano que emigró a ese país. Fruto de ese contacto es el libro en el que relata, en una suerte de denuncia, la realidad de los y las bolivianas que se habrían visto obligados a dejar nuestro país en busca de mejores condiciones de vida.

La “doble ausencia” a la que el autor se refiere, nos hace caer en la cuenta de una doble situación de exclusión a la que son sujetos los migrantes bolivianos. Es decir, que su realidad es ignorada tanto por el país receptor (España) como el país de origen (Bolivia). En este marco, los migrantes bolivianos no tendrían derechos o los tendrían pero muy limitados. La cuestión de derechos de los migrantes se convierte en el problema central del texto.

Quispe señala que los migrantes realizan un doble aporte económico: primero, a la sociedad de destino a través de su fuerza laboral requerida en tareas que normalmente no realizarían los españoles; segundo, a la economía del país de origen por medio de las remesas. Pese a esto, los migrantes no son atendidos ni por unos ni por otros. En el caso de Bolivia, señala que para el Estado la situación de los compatriotas en España es un tema desconocido, ya que no se tiene información sobre las condiciones de vida que llevan y, consecuentemente, no existen políticas para atender a los migrantes. Para los españoles los inmigrantes tienen un valor como fuerza laboral en tiempos de auge económico, pero durante las crisis se convierten en “extranjeros indeseables” y son objeto de discriminación, explotación y con limitaciones sobre sus derechos.

Todos estos aspectos, que son ampliamente descritos y analizados en el libro de Quispe, tendrían que reflexionarse a partir de políticas que beneficien a los migrantes, tanto en el propio país de origen como en el de destino. En cuanto a Bolivia, se plantea la necesidad de asumir plena conciencia y conocimiento claro sobre la realidad de nuestros compatriotas en el extranjero, así también deberían mejorar los servicios públicos vinculados a los migrantes (embajadas y consulados). Los países receptores, por su parte, deberían reconocer que existen acuerdos internacionales sobre derechos en el campo laboral de los migrantes, también deberían promover la regularización de indocumentados para evitar la segregación, reconocer que los migrantes se constituyen en parte activa de esas sociedades y, sobre todo, mejorar la cooperación al desarrollo para países pobres de donde surgen los migrantes.

Hasta aquí, podemos hablar de manera muy resumida del contenido del texto de Jubenal Quispe. A partir de ello, reflexionamos algunos aspectos que nos parecen relevantes. Primero, que existe la obligación de atender el tema de los derechos de los migrantes, particularmente de aquellos que se ven en condiciones de exclusión y explotación. Segundo, que debemos mirar la migración internacional como una de las consecuencias de las asimetrías económicas mundiales , los pobres se van a países ricos en busca de mejores condiciones de vida, por ello que es injusto que estos países receptores asuman una actitud negativa frente a los migrantes “tercermundistas”, sólo pensando en su propia seguridad y bienestar.

Finalmente, sólo nos queda invitar a la población en general a visitar las páginas escritas por Jubenal, y a través de ello reflexionar y promover acciones frente a la problemática de nuestros compatriotas en España.

Editado por CEPA, 2009, 298pp. Se puede adquirir en la Librería CEPA-Correos, ubicado en la calle Pdte. Montes y Adolfo Mier y Junin. O consultar en la biblioteca del CEPA. Av. España Nero 1550 entre calles Bullaín y Madrid.

Marcelo Lara B.
UNIDAD DE CULTURAS – CEPA