Nº33: El Carnaval de Oruro ¿un evento Intercultural?, 02-03-11

EL CARNAVAL DE ORURO:

¿UN EVENTO INTERCULTURAL?


Alicia: El Carnaval de Oruro, ¿se puede considerar como una fiesta cristiana? ¿Cuál es su significado?

Gilberto Pauwels (CEPA): El Carnaval de Oruro tiene muchos significados, de diferentes orígenes y según la visión de los diversos grupos de actores. De origen, no; no es una celebración cristiana. Es una fiesta, podríamos  decir, de los pueblos originarios de Europa, relacionada con la primavera, con la siembra y la alegría por el reinicio de la nueva vida en la naturaleza. Transplantada a las Indias Occidentales, en nuestro caso a los Andes, la fiesta del Carnaval es por un lado para las elites de las ciudades y centros mineros una oportunidad para expresar su identificación con la cultura de Europa, mientras que, por el otro lado, en el campo y las comunidades rurales, al final del tiempo de lluvia, se incorpora en los festejos por la cosecha, como agradecimiento por los alimentos producidos. Inicialmente no tiene nada de una fiesta cristiana.

Alicia: Pero, cuando llegó de España esta fiesta originalmente “pagana”,-como se decía antes, – ya formaba parte del ciclo de fechas católicos durante el año. ¿No tiene que ver algo con el inicio de la Cuaresma?

Gilberto: Así es. En el calendario litúrgico de la Iglesia, el día importante en realidad es el Miércoles de Ceniza, la liturgia del inicio oficial de la Cuaresma, es decir los cuarenta días de preparación para la Semana Santa y Pascua. En aquellos tiempos, el tiempo de Cuaresma era muy exigente, era un tiempo bastante severo de ayuno  y abstención.

Así que, antes de entrar en esta época bastante prolongada de austeridad, durante el Carnaval las autoridades de la  Iglesia, de alguna manera, cerraban un tiempito los ojos y se mostraban más tolerantes con la transgresión de las normas acostumbradas de la convivencia cotidiana, hasta cierto grado. Se podía consumir abundantemente las reservas de bebidas y comidas que iban a ser restringidas durante el Cuaresma. Se podía burlarse de las autoridades civiles y religiosas; criticar situaciones y costumbres con mayor libertad. En el caso de los pueblos originarios, hubo además mayor tolerancia para realizar ritos ancestrales, que normalmente se realizaban en la clandestinidad.

Este aspecto de la transgresión de normas, sigue presente en el Carnaval de Oruro, a pesar de que ha quedado poco de las restricciones posteriores del Cuaresma. Podemos compararlo con una persona que, antes de entrar en una huelga de hambre, toma una comida abundante, para poder aguantar mejor lo que viene después. Seguimos con la fiesta de la abundancia, pero olvidándonos de su razón de ser original. Si actualmente hay restricciones posteriores, muchas veces es simplemente por que se ha gastado demasiado dinero en la fiesta.

Alicia: Volvamos al Carnaval de Oruro. En las prácticas de la gente, poco tiene que ver con el Cuaresma, pero mucho con la Virgen del Socavón. ¿Qué habrá pasado para que sea así?

Gilberto: El Carnaval de Oruro ha mantenido las características de fiesta de abundancia, de derrocha y de transgresión de normas, pero circunstancias y decisiones históricas lo han dado una identidad propia y única. Los hechos son de conocimiento general: después del redescubrimiento de un retrato de la Virgen de la Candelaria sobre una pared de adobes, cerca de una bocamina, se decide reestablecer su fiesta, pero no el 2 de febrero, sino a ocasión de las festividades del Carnaval. Fue durante la época pre-revolucionaria de descolonización, a fines del siglo XVIII. Se puede decir que la confrontación entre el mundo español-cristiana y el mundo andino-originario fue superada ritualmente en esta fiesta común. Es además un encuentro entre los “indios”-trabajadores-mineros y los blancos-patrones, entre comunidades originarios y la ciudad. Los “diablos” bailan en las calles; los ángeles aceptan la presencia de los supay en el santuario. La figura central en todo eso es la Virgen del Socavón. Es un evento intercultural por excelencia, que ya poco tiene que ver con el significado original del Carnaval. Pero….

Alicia: Es un evento intercultural, pero no igualitario, no con equidad entre las culturas. Parece más bien que los “ángeles” blancos han vencido a los “diablos” morenos, que se ven obligados a someterse a la Virgen. ¿No es más bien la confirmación de una sociedad dividida entre los que dominan y los dominados?

Gilberto: Si y no. Hay que tomar en cuenta, tal como hemos dicho al inicio, que el Carnaval tiene diferentes significados, que hay diferentes lecturas según el grupo de actores. Puede ser que parte de la población urbano lo ve así: los “diablos” del mundo religioso andino, de las minas y del campo,  vienen a someterse a la Virgen que representa el mundo urbano. Pero parte de los mineros y originarios pueden tener otra lectura: la visita a la Virgen es una reconquista simbólica del territorio de la ciudad, venimos a reconfirmar nuestro pacto con la Virgen. Ella, finalmente, es morena.

De hecho, pienso que la idea de la confrontación se ha ido debilitando, para muchos la fiesta del Carnaval es una expresión de la identidad orureña: originaria, minera y comerciante; andina y católica; integradora e incluyente, itinerante y hospitalaria.

Alicia: Entre los bailarines, en la vestimenta y detrás de muchas máscaras que representan los ancestros y la historia andina, hay toda clase de gente, también entre los devotos a la Virgen y los participantes a los ritos andinos, lo que parece dar razón a lo que dices. Pero, ¿cómo explicas entonces el surgimiento y el gran éxito del Anata, actualmente ya con más que cien grupos de participantes, como expresión originaria? ¿Acaso no se puede consideran como una reacción en contra de la discriminación que se ha percibido en las posibilidades de participación al Carnaval oficial y urbano de Oruro?

Gilberto: Puede ser que ha habido esta clase de motivaciones. Sips, es verdad que la población urbana se ha apoderado de las costumbres de los pueblos andinos para su Carnaval, pero la ciudad a su vez se está volviendo cada vez más originaria. Yo prefiero ver el Anata como parte del proceso de la revitalización de las culturas andinas. Desde antes ya existe el “otro” Carnaval del Domingo de Tentaciones al cual participan las comunidades campesinas. Con el Anata -y otras manifestaciones como el Jallu Pacha de las comunidades relacionado con el Cóndor,-  la participación del campo al conjunto del Carnaval de Oruro se ha fortalecido mucho. El Carnaval en las “marka”  se caracteriza por la visita que hacen las comunidades a sus pueblos centrales de la cuales dependen, para festejar juntos y en competencia mutua las cosechas y para visitar a las autoridades. Es lo mismo que se hace referente a la ciudad -capital. Es algo positivo.

Alicia: ¿El Carnaval de Oruro como fenómeno global, seguirá manteniendo su originalidad?

Gilberto: Yo creo que sí. Va seguir creciendo y va haber cambios, pero es tan diferente de un carnaval común y corriente, que no puede perder ya su originalidad. Hay todo un pueblo que lo vigila y lo protege. Es parte de nuestra identidad.

Alicia Cuiza Churqui
Unidad: Formación y Comunicación –  CEPA