RAZONES Y FUNDAMENTOS PARA QUE, MAS DE 40 COMUNIDADES DE LOS MUNICIPIOS DE HUANUNI, MACHACAMARCA, EL CHORO Y POOPÓ
DEMANDEN Y GESTIONEN DESDE EL AÑO 2007 LA DECLARATORIA DE ZONA DE EMERGENCIA AMBIENTAL DE LA SUBCUENCA HUANUNI
La subcuenca Huanuni se ubica en la parte sud este del lago Uru Uru. Tiene influencia directa sobre cuatro municipios: Huanuni, Machacamarca, El Choro y Poopó; estos municipios se caracterizan a excepción del El Choro, por ser municipios agro-mineros. Es así que a lo largo de la cuenca existen varias minas como también enormes sembradíos, por lo que la situación ambiental en las últimas décadas se ha convertido insostenible, afectando la producción agropecuaria de las comunidades.
En la subcuenca Huanuni existe 5 actividades minero – metalúrgicas representativas: la Empresa Minera Huanuni, uno de los más ricos yacimientos de estaño de Bolivia con una gran capacidad de producción y que está a cargo del Estado. También se encuentra las minas de Santa Fe; Japo; Morococala; el ingenio de Machacamarca y además las cooperativas mineras que realizan minería artesanal.
Los principales ríos de la subcuenca Huanuni son: el río San Juan de Sora Sora; el río Huanuni y el río Santa Fe, los mismos que son las principales víctimas de la contaminación minera y urbana.
Desde el 2007, oficialmente, la Coordinadora en Defensa de la cuenca baja del río Desaguadero, lagos Uru Uru y Poopó (CORIDUP) solicitó ante las autoridades competentes a nivel departamental y nacional la Declaratoria de Zona de Emergencia Ambiental de la subcuenca Huanuni. A partir de ese año se realizaron y se siguen realizando varias reuniones e inspecciones in situ con autoridades competentes para fundamentar y concretizar la demanda de las comunidades.
A continuación presentamos las razones y fundamentos para la demanda de Declaratoria de Zona de Emergencia de la subcuenca Huanuni:
- La Empresa Minera Huanuni, vierte sus residuos y desechos minerales (aguas de color plomo y negro, con alto contenido de metales pesados) directamente al río Huanuni que pasa por medio de la población de Villa Huanuni, mismo que se conecta con el río San Juan de Sora Sora, que a su vez desemboca al río Desaguadero llegando al lago Poopó. La empresa no cuenta con un dique de colas, ni con el tratamiento de aguas para tratar los residuos generados por la concentración de sus minerales. Lo mismo ocurre con las otras operaciones mineras Santa Fe; Japo; Morococala y el ingenio de Machacamarca que están asentadas en esta subcuenca.
- Existe una acumulación de toneladas de residuos mineros generados desde la colonia, que se han convertido en enormes cerros de pasivos ambientales mineros. Los mismos generan aguas ácidas de roca, que son aguas extremadamente tóxicas; las mismas también llegan al río San Juan de Sora Sora.
- Existen toneladas de sedimentos mineros que están acumulados a lo largo de la subcuenca, siendo las comunidades de la parte baja (comunidades como Karavi, Kochi Piacala, Alantañita) las más afectadas debido a que estos sedimentos han hecho que el cauce normal del río tome otro curso irrumpiendo así en suelos productivos y cambiando toda forma de vida en las comunidades que habitan en la zona.
- También se suman los problemas de contaminación urbana (Villa Huanuni, Machacamarca y otras comunidades aledañas al río) por la concentración de grandes cantidades de residuos sólidos y aguas servidas de alcantarillado y que son evacuadas al río San Juan de Sora Sora, sin ningún tratamiento previo. Los mismos llegan directamente al río Desaguadero y por ende al lago Uru Uru y Poopó.
- Las aguas de los ríos y los acuíferos subterráneos que se encuentran a lo largo de la subcuenca, se constituyen en una amenaza y fuente de riesgo para la salud de las personas y los animales que habitan en el sector, por la presencia de metales pesados como el Arsénico, Cobre, Plomo, Cadmio y Zinc. Además el agua tiene un Ph de 3,04 (agua ácida) que está por debajo de los limites permisibles, según la Ley 1333 Reglamento en materia de contaminación hídrica. Fuente: Instituto Nacional de Laboratorios de Salud “Néstor Morales Villazón” INALSA, dependiente del Ministerio de Salud y Deportes.
- Las consecuencias y/o efectos de la contaminación ambiental, se visibilizan y se manifiestan en la salud de las personas, a través de la proliferación de enfermedades gastroenterológicas, respiratorias y dérmicas que constantemente son denunciadas por los pobladores. Lo mismo ocurre en la ganadería generando enfermedades de todo tipo, provocando muerte, debilidad y malformación de los animales. A ello se suma el problema de los forrajes, en especial la totora, que en versión de los comunarios ya no alimenta y no tiene nutrientes.
- Otra de las consecuencias es la desertificación de los suelos. Año que pasa más extensiones de suelos de cultivo o pastoreo son afectadas y contaminadas. Por la crecida, la sedimentación y el desborde de los ríos en épocas de lluvias, más extensiones de tierras cultivables van desapareciendo. A ello se suma la contaminación de las fuentes de agua de consumo humano y para la agricultura, considerando que la mayoría de las comunidades no cuenta con agua potable.
- Esta grave situación de daño ambiental, manifiesta sobre todo en la reducción de la calidad de las aguas (acidez y metales pesados), ha provocado perdida de calidad de agua de consumo, riego y perdida de capacidad productiva de los suelos (sedimentación y salinización), generándose una situación de amenaza, afectando a las condiciones socioeconómicas y alto riesgo para la salud de las comunidades afectadas
- Los problemas ambientales generados históricamente y en la actualidad, se originan en la vulneración de los derechos de las comunidades, sobre todo en el incumplimiento de la normativa ambiental por parte de las empresas y operadores y en la poca capacidad de control de las Autoridades Ambientales competentes a nivel departamental y nacional.
Por todo ello, más de 40 comunidades de los cuatro municipios demandan ante las autoridades competentes la Declaratoria de Zona de Emergencia Ambiental en la cuenca Huanuni, ya que los impactos no solo son ambientales, sino tienen un carácter social y económico (deuda ecológica) que se viene arrastrando históricamente.
Tras una serie de gestiones ante las autoridades pertinentes a nivel departamental y nacional, a la fecha, la CORIDUP, en coordinación con las comunidades, ha concluido las gestiones sobre la tramitación de la Declaratoria ya que el Viceministerio de Defensa Civil derivó toda la documentación al Ministerio de la Presidencia. Ahora se espera la decisión del Consejo de Ministros que es la máxima instancia para la aprobación del Decreto Supremo, para que posterior a ello el presidente promulgue dicho decreto.
Limbert Sánchez Choque.
Unidad de Justicia Ambiental – CEPA