III ENCUENTO NACIONAL DE JOVENES: “MEJORAR EL PRESENTE, POR EL DERECHO A LA VIDA DE LOS QUE AÚN NO HAN NACIDO”
UN RETO DIGNO DE TOMARSE EN CUENTA
Hace algunas semanas, se realizó en Cochabamba el III Encuentro Nacional de Jóvenes, organizado por la Fundación Comunidad Axión. El evento se planteó como un espacio de reflexión e intercambio sobre “Nuestra Casa Madre Tierra” y llevó el lema: “Mejorando el presente, por el derecho a la vida de los que aún no han nacido”.
Los departamentos de Oruro, La Paz, Santa Cruz, Tarija, y el anfitrión Cochabamba, estuvieron representados por jóvenes afiliados a diferentes grupos juveniles involucrados en distintas actividades y proyectos: Ecomuseo; Gaia Pacha; Jóvenes Líderes Ambientales; Casa de la Mujer, Redescubre Bolivia de la Universidad NUR; Jóvenes Abriendo Espacios; Escuela del Agua y otros muchos grupos de jóvenes de los distintos departamentos.
Los días 28, 29 y 30 de octubre, vividos en la casa Fátima (Don Bosco) fueron días en los que se abordaron problemas actuales y graves de nuestra realidad mundial, analizados desde diversos puntos de vista. Esas diversas miradas constatan que nuestro país es multicultural. En el encuentro se unieron los diversos enfoques en un solo sentimiento: actuar y transformar la realidad actual.
Se visualizaron imágenes atroces sobre distintos aspectos que ocurren en el mundo como: el hambre en África, el calentamiento global que se da en todo el mundo a causa del consumismo lamentablemente también global, la pobreza y miseria de las personas, la crueldad humana con respecto a los animales, hacia su propio prójimo y al mismo medio ambiente.
¿Desarrollo Sostenible o Sociedad sostenible?
En la actualidad es mucho más sencillo realizar múltiples actividades: el internet, los medios de transporte, los avances en el ámbito de la medicina y otras tantas cosas que tecnológicamente avanzaron a pasos agigantados. En muchos aspectos la ciencia tiene un desarrollo considerable. Si bien no somos un país “adelantado” tecnológicamente podemos gozar de ciertas comodidades que el denominado “desarrollo” nos permite. Lastimosamente, a pesar de este crecimiento de la tecnología a pasos agigantados se observa que no hemos sido capaces de controlar problemas como: el calentamiento global, el crecimiento demográfico, la contaminación ambiental y otros; pues si quisiéramos hacerlo necesitaríamos de cambios radicales, los cuales no estamos dispuestos a realizar precisamente por lo radicales que vendrían a ser. Probablemente lo más dramático aún no nos ha tocado vivir, ya que si seguimos en la dinámica consumista que dicta la economía de mercado, continuaremos con prácticas dañinas para el medio ambiente y sus limitados recursos.
Si nos conmovemos al ver noticias trágicas y realidades crueles, racionalizamos y dejamos ese sentimiento de algo de culpa atrás. Se nos enseñó que es mejor pensar con la cabeza ya que ello suele ser mas productivo, aparentemente, dejando de lado el sentimiento; no pensamos mas que en el yo y no en el resto. Un individualismo que a la larga nos traerá mucho más conflictos de los que ahora tenemos y los que podamos resolver.
Deseamos ser “ricos”, a nadie le gustaría dejar de tener lo ultimo en tecnología o cargar con dinero para obtenerla; a nadie le agradaría dejar las comodidades de la actualidad porque simplemente es cómodo; a muchos no nos importa si el vecino come o no. La realidad cruda del mundo es vista en noticieros y programas de ese tipo. Preferimos lo agradable, como quien dice: “Ojos que no ven , corazón que no siente” y bajo esta bandera, inconscientemente adoptada, olvidamos de ver y sentir lo que tenemos en nuestra propia y pequeña realidad, cerrando los ojos hacia lo que ocurre en el mundo, en nuestro entorno y con nuestro prójimo.
Es tiempo de usar también el corazón y pensar en el prójimo, dejar el individualismo y adoptar una ética de vida basada en el amor y de este modo crear una sociedad sostenible más que un simple desarrollo tecnológico. Miremos a nuestro alrededor y pensemos también en el resto, en aquellos que aún no están y no tendrían por qué pagar el precio de las decisiones y acciones que tomemos en la actualidad.
Empecemos a ser más solidarios en todo el sentido de la palabra, empecemos en casa que luego repercutirá en la sociedad. A la pregunta: ¿desarrollo sostenible o sociedad sostenible? responderemos que es una necesidad urgente el tener una: ¡Sociedad Sostenible! basada en el amor al prójimo y por ende al lugar que habitamos: la tierra. Protejámonos y echémonos una mano, seamos personas que mejoren el mundo para los que aun no han nacido.
Nelvy Ángela Vargas H.
Escuela de Líderes Ambientales CEPA