ESCASEZ Y PÉRDIDA DE CALIDAD DEL AGUA
El 22 de marzo, hemos recordado el Día Mundial del Agua, ocasión muy importante para reflexionar y conocer algunos problemas que tiene el acceso a este recurso natural. La escasez de este líquido elemento y la pérdida de calidad son problemas agudos que vivimos en la actualidad en nuestro medio.
Con las aguas del río Desaguadero, entre el puente La Joya y el lago Uru Uru, se desarrollan actividades agrícolas y mineras con mucha intensidad. Precisamente por el brazo izquierdo (de la bifurcación del puente La Joya), las aguas del río fluyen hacia el nudo Burguillos; allí el Desaguadero se divide en dos brazos, uno que llega hacia los canales de riego de El Choro y el otro que se extiende hacia el ex canal Comibol y que llega hacia Iroco y finalmente hacia el lago Uru Uru.
En este caso, el conflicto por el uso del agua entre regantes y mineros es constante principalmente en la época de estiaje (escasez de lluvia). Los proyectos Kori Kollo y Kori Chaca de la empresa minera Inti Raymi están asentados en las orillas del río Desaguadero y usan enormes cantidades de agua. En el sector del proyecto Kori Kollo, para llenar su tajo gigantesco de 250 metros de profundidad, en el año 2003 se usó alrededor de 50 millones de metros cúbicos de agua del río Desaguadero. Luego en el transcurso de los siguientes años se recargó el lago con cantidades hasta ahora desconocidas, pero por la alta evaporación se puede presumir que fue en inmensas proporciones; lo preocupante es que son aguas frescas y dulces.
Así mismo, en el proyecto Kori Chaca, a dos kilómetros al oeste de la ciudad de Oruro, Inti Raymi de la misma manera está usando aguas provenientes del río Desaguadero que llegan por el ex canal Comibol. A la vez, nuevamente está excavando un tajo que debe haber llegado a cerca de los 100 metros de profundidad e indican que, una vez que concluyan su operación, llenarán el tajo con aguas del río Desaguadero. El agua del nuevo lago se va salinizar y no será apta para el consumo humano, ni animal; tampoco se va poder utilizar para riego. ¿De qué nos servirá acumular tanta agua que no tiene ningún uso? Además, por otro lado, han extraído y siguen extrayendo aguas del subsuelo de pésima calidad y las han depositado en las famosas lagunas de evaporación e infiltración. Nos dicen que están utilizando tecnología de punta en remediación ambiental. ¿Será que deshacerse del agua a través de la evaporación e infiltración es alta tecnología?
Lamentablemente estas operaciones tienen impacto negativo sobre las comunidades que viven de las aguas del río Desaguadero, como son los regantes de El Choro. Ellos tienen cultivados, – entre alfalfa, festucas, cebada y otros-, alrededor de 6 a 8 mil hectáreas de forraje. Para mantener estos cultivos es fundamental el líquido elemento, del cual tienen escasez, cada año, especialmente en la época de estiaje (invierno).
Así, por ejemplo, a mediados del pasado año de las aguas que provienen del Desaguadero, no llegó ni una gota por el sector de Burguillos. Toda la comunidad ha tenido que ir a trabajar, primero en el sector Burguillos, donde había constatado que el agua corría en mayor proporción hacia el proyecto Kori Chaka por el canal Comibol. Y viendo que este trabajo fue insuficiente, por que el agua no llegó hacia las áreas de riego, posteriomente fueron a trabajar hacia el puente La Joya, donde dragaron manualmente el río. Tampoco este trabajo fue fructífero. De todos modos el agua quedó demasiado escasa, no solamente para el riego de cultivos, sino también para el consumo de sus animales, que sufrieron la falta de agua.
Lo curioso del asunto es que, mientras los comunarios sufren de escasez de agua, inclusive para sus necesidades más básicas, por otro lado las actividades mineras utilizan enormes cantidades de agua. Inclusive pueden permitirse de usar agua del río en el llenado de tajos que no tienen ningún uso y, cuando tienen que hacer tratamiento de las aguas saladas aplican tecnologías tan pobres como la evaporación e infiltración, que no aportan ningún beneficio, sino más bien dejarán tierras inservibles para las comunidades que son dueñas de los recursos naturales del lugar.
Creemos que lo esencial es preservar la vida y precisamente el agua dulce es uno de los elementos más imprescindibles y escasos.
Los derechos fundamentales de comunidades rurales y barrios peri-urbanos no pueden ser pisoteados por la falta de voluntad y creatividad de actividades extractivas que deben buscar tecnologías más adecuadas. Puede ser que otras soluciones implicarían mayores inversiones o restricciones y menos ganancias, pero solo si las empresas mineras hacen todo lo necesario para preservar y proteger el medio ambiente merecerán la confianza y la licencia social de la población.
Norma Mollo
Coordinación Departamental LIDEMA – CEPA