El día 3 de diciembre se conmemora “Día Mundial del NO Uso de Plaguicidas” en más de 60 países del mundo, con la finalidad de concienciar y sensibilizar a la población sobre la grave crisis ambiental generada por el uso de plaguicidas a nivel global.
En nuestro departamento, el uso de productos agroquímicos es evidente y generalizado con el único objetivo de incrementar la producción agropecuaria. Los productos agroquímicos vienen con distintos nombres comerciales, pero se desconoce si su composición química pertenece al grupo de órganos fosforados, florados o drinas que están prohibidos a nivel internacional por su persistencia en el ambiente o por su lenta degradación. Lamentablemente, por su desinformación, los productores hacen uso indiscriminado de productos dañinos a la salud humana para controlar enfermedades parasitarias como la sarna, garrapata y piojo de los animales domésticos (llama, oveja, vaca y otros).
Existe preferencia para el uso de productos veterinarios de impacto y no de sistema. Se prefiere el inyectable para el control interno y externo de enfermedades parasitarias. Esta preferencia evita a los productores el trabajo del baño y de la dosificación que significa doble jornada. Sin embargo, la repetición del uso de los mismos productos por varios años, crea resistencia a enfermedades parasitarias por lo tanto se ven obligados a doblar la dosis, sin tomar en cuenta las consecuencias ambientales y de salud y la nueva adaptación fisiobiológica de los parásitos.
En las comunidades de nuestro departamento, se observa el uso masivo de los fertilizantes químicos para incrementar la productividad agrícola, sin que se haya realizado un estudio técnico de requerimientos de niveles de fertilidad y de vocación productiva de los suelos.
Los motivos para el uso de fertilizantes son:
- La falta de abono orgánico en sus comunidades.
- La falta de valoración y uso de fertilizantes orgánicos existentes.
- Los gastos y el trabajo de transporte a las parcelas de cultivo.
- La desinformación de los impactos negativos de los fertilizantes químicos, en el suelo; la salud; el ambiente y en los productos agropecuarios.
Estas prácticas importadas provocan la degradación y la desertización paulatina de los suelos productivos del departamento de Oruro. Con el uso de insecticidas, se está extinguiendo organismos benéficos (mariquita, sapo y otros insectos). Por el uso de fertilizantes químicos, las sales minerales, al entrar en contacto con la fauna microbiana en el suelo, hacen morir los micro organismos que son importantes para la elaboración de macro y micro nutrientes para las plantas.
Las consecuencias ambientales y en la salud humana son innegables. Según la información de centros de investigaciones, las pesticidas pueden provocar los siguientes daños:
- Tumores malignos: cáncer.
- Malformaciones del feto en mujeres embarazadas.
- Mutación de genes.
- Contaminación de aguas subterráneas y suelos.
- Reducción de la fertilidad del suelo.
- Eliminación de flora y fauna benéfica.
- Incremento de plagas, en cantidad y en especies.
- El incremento en el costo de producción afecta negativamente a la economía.
A este lamentable proceso de producción y contaminación por el uso indiscriminado de productos agroquímicos, hasta hoy, las instituciones públicas correspondientes no están realizando el debido seguimiento y la evaluación técnica correspondiente del impacto ambiental y en de salud.
Por su importancia, todos, tanto los trabajadores del campo, como los consumidores del Estado Plurinacional, estamos llamados a defender nuestra Madre Tierra, exigiendo una agricultura sin contaminación, cuidando la diversidad biológica y cultural, la seguridad y soberanía alimentaría y el futuro de nuestros hijos.
Germán Condarco Quispe
Unidad de Educación y Comunicación – CEPA