¿UNA MIRADA DISTINTA ANTE LOS DESASTRES AMBIENTALES…?
Los casos del lago Titicaca y del lago Poopó
Los lagos Titicaca en el departamento de la Paz, y los lagos Poopó y Uru Uru en el departamento de Oruro, desde mucho tiempo atrás vienen soportando un deterioro en su biodiversidad, debido a la alteración de sus aguas por la contaminación originada por la presencia de residuos sólidos domésticos e industriales, como por metales pesados provenientes de la actividad minera. A esto se suma los efectos de la “crisis climática”. Dos fueron los acontecimientos que sucedieron en ambos reservorios de agua. En el lago Titicaca, a fines del mes de marzo, fue visible un cambio de color de sus aguas y en las orillas del lago se formaron espumas densas, como también se encontraron anfibios y aves muertas. En el lago Poopó, el 18 de noviembre del 2014, las comunidades pesqueras del ayllu Pumasara, se encontraron con millones de peces y miles de aves sin vida.
Ambos eventos merecieron la atención de las autoridades municipales, departamentales y nacionales, a instancias de las comunidades afectadas por estos desastres ambientales. En el caso de la Bahía de Kohana en el lago Titicaca, la reacción de las autoridades ambientales fue casi inmediata. Se inició con las tareas de limpieza de los residuos sólidos con movilizaciones masivas de los municipios involucrados, organizaciones no gubernamentales, instituciones públicas, hasta que el 20 de junio del presente, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua anuncia la implementación de una Estrategia de Recuperación Integral de la Cuenca Katari y del Lago Titicaca con una inversión estimada de 700 millones de bolivianos hasta el 2025. Mientras las autoridades intervenían e intervienen de manera incisiva los efectos de la contaminación en el lago Titicaca, no sucedió ni sucede lo mismo en el lago Poopó, donde las intervenciones de las instancias públicas, se redujeron a visitas preliminares, informes rápidos y eventuales, y la promulgación de una Ley Departamental de “Declaración de Emergencia Departamental y zona de Desastre al lago Poopó”. A pesar de las acciones de gestión que hicieron las autoridades originarias, dirigentes de las comunidades afectadas y pescadores de los lagos Poopó y Uru Uru, no se logró mayor atención de las necesidades económicas y sociales emergentes del desastre ambiental.
Estas disparidades en la ejecución de acciones inmediatas por las autoridades pertinentes, motiva a preguntarnos: ¿Cuál es la diferencia de los efectos provocados por la contaminación entre el lago Titicaca y Poopó? ¿Unos tienen más prioridad que otros para ser atendidos inmediatamente?, Causa satisfacción enterarse que el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, inicie una Estrategia de Recuperación Integral de las zonas afectadas en el lago Titicaca, que permitirá involucrar a los tres Municipios (Viacha, Pucarani y Puerto Pérez), además de salvar la biodiversidad del Lago Sagrado, y recuperar la calidad de vida de las familias de las comunidades pesqueras, que sin duda alguna, han sufrido la reducción de sus ingresos familiares, por el deterioro de la calidad y cantidad de la pesca. Lo mismo está ocurriendo con las familias pesqueras del lago Poopó, que no sólo han reducido sus ingresos familiares, sino también han alterado las relaciones sociales comunitarias. Entonces, ¿qué diferencias encontramos en los efectos causados por la contaminación, en ambos casos?, Al parecer, las comunidades pesqueras de los lagos Titicaca y Poopó, soportan la misma problemática y la misma realidad: el deterioro de su entorno natural. Además, ambos lagos forman parte del Sistema Hídrico Titicaca-Desaguadero-Poopó y Salares (TDPS) que constituye la cuenca cerrada o endorréica del Altiplano del Perú y Bolivia, por lo que existe una interdependencia hidráulica entre las diferentes zonas que componen el sistema. Creemos que son razones suficientes para tener una mirada totalizadora sobre el tratamiento a los reservorios de agua de los lagos Titicaca y Poopó frente a la contaminación. Esta mirada permitirá aclarar también que los desastres ambientales provocan los mismos efectos económicos, sociales, ecológicos en sociedades y pueblos que sustentan una relación estrecha con las mama q’ochas. Por lo tanto, las acciones deben ser inmediatas y concretas en ambos lagos, entendiendo que los daños ambientales son difícilmente reversibles, y las acciones demoran bastante tiempo en mostrar los resultados deseados. La contaminación ha tomado poco tiempo y cuesta muy poco, pero reparar los daños ocasionados implica procesos largos y dificultosos.
Ruth B. Vilches Torrejón
Unidad de Justicia Socio Ambiental – CEPA