N°1063-A: LA QUEMA DE TOTORAS

Los pasados días se ha observado la quema intensa de los totorales existentes en el lago Uru Uru, situación que sucede cada año en esta época (invierno), Práctica que realizan comunarios que viven alrededor del lago. De acuerdo a su versión, efectúan esta práctica para aprovechar la totora rebrotada (después de la quema) como forraje para su ganado, ya que la totora es consumida cuando sus brotes están tiernos, si las plantas empiezan a desarrollar y florecer no es apetecida por sus animales.

Los bosques de totorales son un ecosistema en el que vive una comunidad de seres vivos desde diferentes especies de aves, que anidan en ellas para reproducirse y desarrollar, también existen peces que aprovechan de la totora raíces, tallos y frutos  para su alimentación, es decir viven de ella la flora y fauna acuática. Asimismo en el pasado los Urus como pueblos acuáticos que viven de la pesca, recolección y caza en los y ríos.

Otros factores también están presentes en este ecosistema la energía, la materia (nutrientes y elementos químicos) y los factores físicos como la temperatura, la humedad, el rocío, la luz, el viento y el espacio disponible. El carbono, el oxígeno, el hidrogeno, el nitrógeno, el fósforo y el azufre constituyen a los macro-nutrientes, los cuales son los elementos esenciales con los que los organismos vivos construyen proteínas, grasas y carbohidratos o azucares.

También están presentes los microorganismos desde bacterias, hongos, helmintos, protozoos que son benéficos para el sistema y su funcionamiento, puesto que su función ayuda a que el material degradado es aprovechado por las plantas, peces y animales.

No nos olvidemos de las algas de diferentes especies que son parte del ecosistema y los macroinvertebrados (insectos) tienen una función vital como indicadores de la presencia de ciertos elementos químicos, y también forman parte de la cadena alimenticia.

En consecuencia cuando se quema los totorales no sólo se está afectando a la totora sino se está eliminando todo un ecosistema conjuntamente sus componentes. Es decir, se está eliminando la planta, la variedad de aves, los peces, los insectos, los microorganismos. Afectando a los mismos pobladores Urus  en su alimentación y sus magros ingresos.

También se afecta la calidad del agua, calidad de suelos y sedimentos, al aire prácticamente se le afecta con el dióxido de carbono, monóxido de carbono, lo que incrementa los impactos del cambio climático.

El Secretario General de la UTO, Juan Carlos Montoya, sobre esta situación indico “Esta entidad académica está impulsando investigaciones sobre el manejo integral de la totora. Esta especie nativa, tiene muchas utilidades como ser forraje, artesanía, incluso un insumo para elaborar papel. Sin embargo  las comunidades asentadas a orillas del lago Uru Uru sólo la aprovechan como alimento para ganado. La quema de las totoras es una práctica muy arraigada. Cuando la planta llega a un tamaño considerable y empieza a secarse deja de ser apetitosa para el ganado vacuno, entonces los pobladores la queman para que empiece a brotar nuevamente y sea del gusto de los animales. Esta acción daña el medio ambiente, generan dióxido de carbono, monóxido y otros componentes que se concentran en la atmosfera, pero además afectan al ecosistema, ya que en la totora se encuentran los huevos de algunas aves, microorganismos y peces. Por esta situación es necesario tener una reglamentación para hacer un manejo controlado de la totora”.

Mientras tanto el presidente de la Coordinadora en Defensa del rio Desaguadero lagos Uru Uru y Poopó (CORIDUP), Jaime Caichoca manifestó “Hace aproximadamente dos años después de varias reuniones, se elaboró una agenda para frenar la quema de totora y buscar alternativas sostenibles, en ese entonces participaron representantes del Ministerio de Medio Ambiente, Asamblea Legislativa Departamental de Oruro (ALDO), Brigada Parlamentaria, Gobernación, el municipio de El Choro y las comunidades. Pero no avanzó por el cambio de autoridades y de algunos servidores públicos. Si bien la quema de totora corresponde a una práctica muy antigua para buscar el rebrote de la planta, actualmente ya no es necesario quemar la totora, ya que se puede realizar un manejo sostenible. Se conoce que las comunidades de Perú que habitan las orillas del lago Titicaca antes quemaban las totoras, ahora emprendieron alternativas de un manejo adecuado, otorgando un valor agregado a la planta como insumo para la elaboración de papel o aprovechando para ensilaje, y por qué no en artesanía. Ojalá que viendo nuevamente esta situación las autoridades retomen la agenda que teníamos hace dos años”.

En mayo de la presente gestión, se promulgó la Ley Nº 1171 de Uso y Manejo Racional de Quemas, a través de la cual se pretende definir los lineamientos de la política de manejo integral del fuego en el territorio nacional, para fines agropecuarios. Además, la norma establece sanciones administrativas por quemas sin autorización y señala que la entidad encargada de autorizar, controlar y realizar el respectivo seguimiento a las quemas es la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT).

¿Qué se debe hacer?, la Universidad Técnica de Oruro recomendaba que es posible cosechar de manera controlada la totora y almacenar en silos como heno para que luego pueda ser consumida como forraje para el ganado existente en la zona. Lograr que el pueblo Uru pueda acceder y aprovechar una cierta cantidad para sus artesanías, ya que en estos momentos tienen prohibido de acercarse al totoral, inclusive cultivar de manera masiva para aprovechar como materia prima para papel. Pero de ninguna manera quemarlas, todas estas acciones deben encaminarse a través de una reglamentación para el manejo y aprovechamiento de la totora.

La Coordinadora en Defensa del río Desaguadero Lagos Uru Uru y Poopó (CORIDUP) concuerda con la UTO en el sentido que es necesario una reglamentación para el manejo controlado de las plantas  y la generación  alternativas para su uso.

Entonces, es preciso que las autoridades competentes hagan cumplir la normativa, trabajar en concientizar y sensibilizar sobre los impactos ambientales que produce la quema y generar proyectos en el manejo sostenible de  la totora.

Norma Mollo Mollo

Responsable comunicación CEPA