Anata Andina, 28-01-13

ANATA ANDINA

Hablar del (o de la) Anata Andina es hablar de una variada forma de expresión cultural de las comunidades del área rural de nuestro departamento. En esta celebración podremos ver, comprender, sentir y vivir de diversas maneras la expresión de la fiesta del Carnaval. Sin embargo no podemos olvidar que esta fiesta está relacionada con la época del Jallupacha, que es parte del calendario agrícola del mundo andino.

En consecuencia, esta celebración del anata se estriba en el florecimiento de los campos y los primeros frutos de la producción agrícola, por lo que podemos decir que esta fiesta es parte del agradecimiento a la Pachamama (Madre Tierra) por los primeros frutos de la temporada de lluvias, denominada también tiempo del Jallupacha. Por tanto, hablar del Anata Andina es hablar de dos riquezas: una multicultural y otra religiosa. De la primera observaremos una variedad de expresiones culturales que van desde las formas de interpretación de la música, danza, vestimenta y productos cargados en la espalda de hombres y mujeres. De la segunda podremos ver diferentes expresiones de agradecimiento a la Pachamama y los antepasados que hicieron posible la lluvia y la producción agrícola.

No podemos olvidar que esta fiesta está relacionada con el inicio de la época del Jallupacha, alrededor de la fiesta de Todos Santos y se reafirma con la fiesta de San Andrés. Es así que durante el mes de noviembre se pide que las almas de los difuntos cuiden a sus comunidades y bendigan sus tierras y a su ganado; por tanto realizarán diferentes ritualidades, como por ejemplo el desentierro de la tarka, uno de los instrumentos que les permitirá dialogar con la Pachamama que llenará de bendiciones a sus comunidades, sembradíos y la reproducción de sus ganados, gracias a la lluvia. No podemos olvidar que además se utilizan otros instrumentos como el pinquillo, lichiwayu o la qonqota, todos instrumentos que permiten dialogar con el mundo sobrenatural e influir sobre el comportamiento de las lluvias.

Por tanto el uso de la tarka, si bien expresa la alegría que invita a la danza de la tarkeada, es parte de la expresión religiosa andina. Pues la ejecución musical de este aerófono posibilita el agradecimiento por lo recibido y el dialogo con la Pachamama para influir en los comportamientos climáticos, pues con ésta se puede pedir para que haya lluvia que riegue los sembradíos; o por el contrario se pide que paren los torrenciales para que no destruyan los sembradíos ni haya inundaciones.

Entrada de la Anata

Este jueves 7 de febrero en la ciudad de Oruro y a través de los medios de comunicación se sentirá la presencia de varios grupos de conjuntos originarios con ponchos y aguayos, polleras de bayeta y sombreros; vestimentas que en su mayoría han sido preparadas por los mismos portadores. En la entrada, todos mostrarán una parte de la variedad de costumbres que se realizan en sus comunidades como agradecimiento a la madre tierra, en este tiempo de lluvia y de los primeros productos agrícolas. Este agradecimiento, se realizará sobre todo en el paso por la Avenida Cívica, ya que al ritmo de sus danzas -tarkeada, pinquillada o lichiwayu- mostrarán los diferentes productos que les ha otorgado generosamente la tierra y en consecuencia realizarán algunos ritos de agradecimiento.

Empero, esta celebración no sólo se inicia el jueves por la mañana, sino que la mayoría de los participantes se reunirán en sus comunidades una noche antes para pedir licencia junto a sus autoridades originarias. Esta solicitud de licencia consiste en pijchar coca y ch’allar con alcohol puro. La licencia se pide a la Pachamama para que durante su participación en esta fiesta haya tranquilidad, alegría y se eviten discusiones y problemas.

Por otra parte debemos reconocer la importancia de la participación de las autoridades originarias; pues, cada uno de los grupos participantes estará encabezado por su autoridad originaria, esto como representación de que ellas son responsables (con su comportamiento y servicio) de que haya buena o mala producción en sus comunidades. Es decir, las autoridades son responsables de todo lo que pasa en la comunidad y con la producción de la tierra y la reproducción de sus animales. Es por eso que en la mayoría de las comunidades ya no se habla tanto del tomar posesión de sus autoridades, sino más bien de la consagración de las autoridades originarias con la bendición del Padre Eterno, Dios Creador, dándole un sentido religioso de servicio a favor de su comunidad o su pueblo.

Es de reconocer que la reafirmación de la propia identidad con expresiones originales en las comunidades, sobre todo en esta actividad, está en proceso. Pues el Anata Andina de este año, como en los años anteriores, está organizado por los sindicatos en coordinación con los alcaldes, concejales, dirigentes sindicales, centrales, subcentrales, autoridades originarias, comunarios, bases y conjuntos autóctonos.

Julián Arias Carballo
AMERINDIA ORURO