Los Urus sin tierra en la Alta Tierra de los Urus, 04-03-11

LOS URUS SIN TIERRA EN LA ‘ALTA TIERRA DE LOS URUS’

Como parte de los resultados del proyecto de investigación ‘Subalternidad y Exclusión Política de los Urus del lago Poopó’, auspiciado por el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia PIEB y el Centro de Ecología y Pueblos Andinos CEPA, desarrollado por los investigadores Zdenka de la Barra, Oscar Coca y Marcelo Lara, ofrecemos una resumida reflexión acerca de este pueblo y su realidad, en un contexto que nos parece pertinente, dado que en estos días de carnaval es común escuchar el slogan de la ‘alta tierra de los urus’, siendo que en la realidad este pueblo permanece desconocido para la mayor parte de la población orureña.

EL TERRITORIO DE URU URU

Investigadores reconocidos como Nathan Wachtel y Gilberto Pauwels, han dedicado gran parte de su trabajo al estudio de los pueblos urus en el territorio de lo que hoy es el Departamento de Oruro. La historia señala que se trata de los primeros habitantes del Altiplano andino, que ocuparon principalmente el eje lacustre conformado por los lagos Titicaca, Poopó y Coipasa. Los pueblos urus precedieron a los aymaras y quechuas y, a diferencia de estos, su cultura de origen está muy vinculada a la caza, pesca y recolección; es decir, al ámbito lacustre que ha estructurado gran parte de su vida y visión de mundo. No obstante, existen evidencias del desarrollo de actividades agropastoriles, cuyas limitaciones se deben más a razones históricas que ecológicas. Los pueblos urus fueron presionados por otros grupos agropastoriles más fuertes que, a la larga, terminaron con reducir el espacio uru a la mínima expresión. El inicio de los urus sin tierra en la alta tierra de los urus.

Según Wachtel, el nombre de Oruro deriva de ‘Uru Uru’, es decir un lugar donde habitan muchos urus. Precisamente, ese era el contexto étnico del territorio orureño, incluso hasta bien entrado el periodo colonial. Un territorio ocupado principalmente por pueblos urus que ‘estaban por todas partes’, según Gilberto Pauwels, más allá del entorno lacustre que normalmente definía su espacio original. Durante la colonia se estableció un esquema de diferencias étnicas, otorgando a los urus un status inferior, lo cual fue motivo de su mayor confinamiento a las aguas, restándoles el derecho a la tierra. Para la urus la experiencia colonial se resume a un conjunto de visiones negativas que los documentos antiguos describen a partir de una cantidad considerable de adjetivos peyorativos que recibían de parte de los españoles y de los otros indígenas no urus. Para escapar el estigma y/o conservar o recuperar el derecho a tierra, muchos urus se vieron obligados a asimilarse a grupos indígenas mejor posicionados en la sociedad colonial; otros permanecieron ‘libres’, resistiéndose al doble sometimiento que se les impuso: servir al español y a las autoridades étnicas aymaras. ‘Libres’, pero convertidos en minoría, lo que representa hasta la actualidad una desventaja para el desarrollo de estos pueblos y el reconocimiento de sus derechos.

LOS URUS DEL LAGO POOPÓ

Primero, hay que tener presente que dos grupos urus quedan en el territorio orureño: los chipayas y los urus del lago Poopó. Ambos grupos comparten un mismo origen, pero tienen también experiencias históricas particulares que les hacen diferentes. Los chipayas han conservado algunos rasgos de su cultura, en un solo territorio, que les ha dado mayores ventajas con relación a su reconocimiento y la gestión de su desarrollo. En la actualidad los chipayas conforman un municipio en vías de consolidarse como territorio indígena autónomo; cuentan también con mayor reconocimiento de la sociedad, a partir de la imagen que se ha construido acerca de ellos desde la perspectiva turística de Oruro. Por su parte, lo urus del lago Poopó son menos conocidos, están dispersos en unidades territoriales administrativo-políticas distintas, lo cual dificulta su unidad y, por consecuencia, con menores posibilidades de lograr su desarrollo.

Los urus del lago Poopó son denominados normalmente ‘muratos’, que desde luego es un nombre que les fue impuesto por los otros. En la investigación se develó que este término acarrea un profundo sentido de discriminación racial y étnica, muy relacionado con el color más oscuro de piel de los urus en comparación con sus vecinos aymaras. ‘Murato’ es uno de los adjetivos despectivos que ha permanecido como parte de ese proceso de inferiorización étnica de tiempos coloniales. Se ha mantenido en el lenguaje común, porque es una forma de naturalizar aquella situación de inferioridad asignada a los urus, aunque los hablantes no siempre pueden estar conscientes de este sentido discriminatorio del término ‘murato’, pero para los urus del lago es algo que está bastante claro, por ello han decidido llamarse a sí mismos ‘urus del lago Poopó’.

LOS URUS SIN TIERRA

A raíz de su confinamiento histórico al lago Poopó, los urus se han mantenido en un modo de vida fundamentalmente lacustre. El lago Poopó representa su fuente de vida e identidad cultural. El lago y sus recursos no sólo han alimentado a este pueblo durante siglos, sino que también han servido para la construcción de sus mitos e historia. Pero el lago ya no es lo que era antes, los cambios en el ecosistema lacustre que han afectado al nivel y calidad de las aguas (por efectos naturales como la sequía o provocados por el ser humano como la contaminación minera), han obligado a los urus a salir de las aguas y asentarse en terrenos ya ocupados por aymaras, y por eso ya no como sus primigenios dueños, sino como una suerte de inquilinos.

Los nuevos dueños de la tierra constantemente han presionado a los urus, recurriendo en muchos casos al estigma inferior que se les asigna a los urus. Como consecuencia los urus, en la actualidad, están circunscritos a espacios demasiado pequeños como para desarrollar y sobrevivir. Son tres los asentamientos actuales: Llapallapani (Municipio de Huari), Vilañique (Municipio de Challapaya) y Puñaka Tinta María (Municipio de Poopó), entre los cuales Llapallapani cuenta con aproximadamente 170 Has, de terreno, en tanto que Puñaka tiene apenas 5 Has., y Vilañique que tiene terrenos (125 Has.) donados por Pastoral Social hace 15 años ante la falta de tierras para esta comunidad. En espacio como estos, no es posible siquiera pensar en el desarrollo de actividades agropastoriles en condiciones que les permitan sobrevivir, lo que se ve agravado por la situación del lago Poopó, que ha disminuido las posibilidades de contar con las necesarias condiciones materiales de vida para el pueblo uru.

HACIA UNA VIDA DIGNA PARA LOS URUS

Muy sucintamente hemos tratado aquí la realidad pasada y presente de los urus del lago Poopó. En futuras ocasiones estaremos ampliando más estos tópicos que son el resultado de la investigación mencionada. Lo que queremos destacar es que no tiene sentido hablar de la ‘alta tierra de los urus’, en ocasiones de las fiestas cívicas o carnavalescas, en tanto se ignore no sólo la realidad de este pueblo, sino su existencia misma. Los urus del lago Poopó, son hermanos de los chipayas, pero tienen sus propias características: usan ponchos con listas negras y blancas y un sombrero de paja. Además siempre hay que tener presente que se trata de un pueblo ‘sin tierras’, discriminado y excluido de una vida digna, aún en el contexto del Estado Plurinacional.

Marcelo Lara B.
UNIDAD DE CULTURAS CEPA
INVESTIGADOR CEPA – PIEB