Nº1104: Pueblo Uru: cuando la alta vulnerabilidad es sinónimo de pobreza extrema

“Que la pobreza, sea indígena o no indígena,es un fenómeno social que se lo ve, toca, huele y siente primeramente como una evidencia física y de inmediato por sus correlatos psicológicos de desventaja o minusvaloración de las personas. Cuando hablamos de la pobreza nos referimos ala insuficiencia de recursos materiales para satisfacer las necesidades básicas de la persona o de la familia, y por extrema pobreza definimos la situación de quienes viven al borde de la subsistencia”[1] como es el caso de la población Uru de los alrededores del lago Poopó.

Hace veintiséis años (1994) el PNUD y el Viceministerio de Asuntos Indígenas realizaron en Bolivia el Primer Censo de Pueblos Indígenas de las Tierras Bajas, que incorporó ciertos temas “tipo de autoridad, conflictos territoriales por el control o uso de recursos, así comoindicadores sobre la oferta del sistema educativo, tomando en cuenta la diversidad lingüística ycultural”.

En cambio, para el caso del pueblo Uru del lago Poopó, en el último Censo su población y sus características socio económicas quedan encubiertas; primero bajo el denominativo de Uru Chipaya, que no diferencia la procedencia territorial entre dos regiones totalmente diferentes, la zona intersalar entre el salar de Coipasa y el río Lauca y la zona lacustre del lago Poopó. Territorios absolutamente diferentes, aunque unidos por lazos históricos y, geográficamente por el casi inexistente río Lacajawira. Un segundo aspecto que invisibiliza la realidad de la población Uru del lago, es su incorporación -por el Censo 2012- a las comunidades vecinas aymaras o quechuas. Aspecto que no permite contar hasta ahora con un número de población reconocido oficialmente, claro que desde diversas gestiones y por diversas urgencias sus autoridades han actualizado sus listas comunales de población.

A decir del antropólogo Díez Astete “No hay indicadores sociológicamente “correctos” que puedan captar toda la diversidad y complejidad de las distintas situaciones de vulnerabilidad y pobreza con que se enfrentan los pueblos indígenas”. Al ser la pobreza, un fenómeno complejo y multidimensional no existe censo o encuesta que pueda captar todos los factores que inciden en culturas cuya importancia es particularmente cualitativa y no cuantitativa. Para el análisis de estos factores[2] retoma las resoluciones de organizaciones indígenas de América Latina y el Caribe, los criterios de otros investigadores[3]y los suyos propios[4] que son consensuados con líderes indígenas y confrontados con el contenido del Convenio 169 de la OIT y la “Declaración…” de las Naciones Unidas, sobre la diferencia entre vulnerabilidad y alta vulnerabilidad, puesto que todos los pueblos indígenas minoritarios de las tierras bajas y altas en nuestro país son vulnerables por varios factores y actores simultáneamente:

Estos factores de vulnerabilidad que se han distribuido en tres ámbitos, distintos pero conectados de manera indisoluble en la vida social, nos orientan para analizar la situación de la población y cultura más emblemática de Oruro:

a)  Ámbito de la vida material y económico-social.

1. Vulnerabilidad por tierra, territorio, recursos naturales y medio ambiente, más aún en contextos de cambio climático y globalización que atentan al espacio vital entendido como la base material y espiritual de su existencia.La contaminación ambiental en el lago Poopó y sus afluentes concebidos como territorio lacustre pone en riesgo la supervivencia, al afectar el equilibrio de sus recursos naturales. Por ejemplo, la contaminación de los ríos debido a la minería y a los desechos urbanos, a la explotación quinuera y los agroquímicos.

2. Vulnerabilidad en la economía y producción, por la carencia de recursos naturales de subsistencia, producto de la sequía de las aguas del lago y la escasez de tierras mínimas, y/o por ocupar tierras salitrosas, improductivas y pobres.

3. Vulnerabilidad demográfica por la baja densidad poblacional que los define como pueblos minoritarios, con alto riesgo en la reproducción biológico-vegetativa.

4. Vulnerabilidad socio-laboral, por el acceso a empleos precarios y subempleos en construcción, pastoreo, pesca. Incorporación al mercado y comercio informal urbano callejero de artesanías y otros.

b) Ámbito de la salud

5. Vulnerabilidad por insalubridad permanente generada por la contaminación minera de agua, suelos y aire. Por la presencia de metales pesados en el ambiente.

6. Vulnerabilidad en inseguridad alimentaria y malnutrición, por la poca disponibilidad de alimentos debido a la pérdida de las actividades de subsistencia pesca, caza, recolección donde la totalidad de las familias sufren de forma pasiva el hambre y la desnutrición, constante indefensión general ante las enfermedades.

7. Vulnerabilidad por falta de servicios básicos, en cuanto a agua segura para consumo humano, energía, incluso de acceso a la comunicación. Por la accesibilidad a los centros de atención médica que se ve condicionada por los costos de los medicamentos, de transporte y de estudios complementarios (análisis, ecografías, radiografías) a veces estos servicios no funcionan en los municipios.

c) Ámbito de la vida cultural y política

8. Vulnerabilidad educativa, lingüística y cultural-espiritual amenazada constantemente por la pérdida del soporte económico, destrucción del tejido social por las migraciones permanentes que devienen en el abandono de las prácticas culturales que se evidencia entre otros, en pérdida total de su idioma. Si bien se cuenta con el reconocimiento y respeto a la identidad y a la cultura;el abandono de prácticas, valores, conocimientos, costumbres e idiomas en los hechos, es a veces irreversible por la pérdida de su territorio lacustre.

9. Vulnerabilidad jurídico-legal, al extremo de producirse casos de abandono y desintegración familiar, despojo de bienes, desarraigo de sus comunidades. Procesos lentos de incorporación al sistema municipal como distritos indígenas, dificultades en la revisión de sus estatutos orgánicos y en la otorgación de personerías jurídicas.

10.Vulnerabilidad política que tiene que ver con la pérdida de cohesión sociocultural comunal y de sus estructuras de representación, debilitamiento en la participación como pueblo originario en todas las decisiones que les afectan a ellos o sus territorios, falta de incorporación de su perspectiva en las decisiones que se toman a nivel nacional e internacional.

11.Vulnerabilidad geopolítica de fronteras, en el caso de los recursos hídricos del sistema TDPS (Titicaca, Desaguadero, Poopó, Salares) que son desviados irremediablemente desde el Perú; la migración anónima forzada por la falta de empleo y la presión económica a otros países como Argentina, Chile.

12.Vulnerabilidad etnopsicológica por racismo y discriminación que puede llegar a la agresión verbal, física y cultural (agresiones por mineros, pescadores, regantes, campesinos, guardias municipales, entre otros).

Si bien se señala que los factores que llamamos Criterios de Vulnerabilidad, no se presentan en los pueblosindígenas todos juntos a la vez, constatamos que en el caso del pueblo Uru por su historia económica, cultural y social todos estos criterios de vulnerabilidad suman y siguen con el resultado

de una pobreza crónica. Que lleva a preguntarnos ¿qué fuerza hace su resistencia y pervivencia como pueblo milenario que sobrevive a pesar de todo? ¿hasta cuándo seguiremos indiferentes, quienes son autoridades competentes y quienes nos reconocemos, cómo sucesores de la alta tierra de los Urus, ya que ocupamos su territorio ancestral? .Contamos con numerosas leyes que pueden garantizar acciones de prevención y salvaguarda tanto de la cultura Uru como de su medio geográfico que es también el nuestro ¿haremos algo hoy?.

Ruth Carol Rocha Grimoldi

Unidad de Investigación – CEPA


[1] Díez Astete, Álvaro. 2015. “Etnocidio y alta vulnerabilidad en las tierras bajas de Bolivia (Para entender las desigualdades extremas)”. FOBOMADE, UMSA. La Paz.

[2] Idem.

[3]Camacho Nassar, Carlos, 2010. Entre el Etnocidio y la Extinción. Pueblos indígenas aislados, en contacto inicial e intermitente en las tierras bajas de Bolivia. Copenhague: iwgia 6.

[4]Díez Astete, Álvaro. 2011 “Sobre antropología de urgencia en Bolivia: Pueblos étnicos en situación de vulnerabilidad y aislamiento”. La Paz