Nº36: Una Nueva conversión de la Iglesia, 07-07-11

UNA NUEVA CONVERSIÓN DE LA IGLESIA

Entrevista del Padre Marco Abascal  al Hno. Gilberto Pauwels

Al final del Seminario Internacional sobre “Industrias Extractivas”. La problemática de los recursos naturales en América Latina y la misión de la Iglesia, realizado en Lima del 14 al 16 de junio, el Padre Marco Abascal, Director de la revista mensual de la Diócesis de Potosí: “Caminando juntos”, entrevistó a Gilberto Pauwels, hermano de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, que trabaja desde hace varios años en la Diócesis de Oruro y es Director del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA).

Padre Marco: ¿Qué trabajos realiza CEPA?

Gilberto: Ha sido fundado hace 16 años, se dedica, ante todo, a la problemática ecológica, a la problemática del medio ambiente y por otro lado, a todo lo que tiene que ver con el surgimiento de los pueblos Andinos, que comienzan a tomar conciencia de su dignidad y de la riqueza cultural que tienen. Se busca la relación entre estos dos trabajos, es decir la cosmovisión de los pueblos andinos puede aportar mucho a la defensa del medio ambiente. De hecho, estos dos trabajos se complementan y se unifican en una misma preocupación.

Padre Marco: ¿De la cosmovisión de los pueblos indígenas quéelementos podríamos rescatar en lo que concierne al cuidado del medio ambiente?

Gilberto: Existen varios elementos y varios ritos para explicar la relación que tienen con la madre tierra y la manera de vivir esta relación. Además tienen muchas costumbres para cuidar el medio ambiente. Una de las cosas fuertes es lo que dicen: “tenemos que pedir permiso” no se saca así nomás sus productos, y por otro lado hay que agradecer por las cosechas en general, entonces hay un permanente acompañamiento a la tierra en lo que regala, por eso hay que cuidarla.

Padre Marco: Ha concluido el seminario internacional: “Industrias Extractivas”, realizado en Lima, organizado por el CELAM Y MISEREOR. ¿Cuáles son las conclusiones principales a las que se ha llegado?

Gilberto: Lo sorprendente es la participación en este evento donde han participado 70 personas, de las cuales 10 son obispos, una buena participación de sacerdotes, religiosas y laicos.  Hemos hablado de las industrias extractivas de los minerales e hidrocarburos. Todos con el mismo temor, que en Potosí y en Oruro lo vivimos hace 500 años: es el temor del daño que se puede hacer a la tierra por esta explotación minera. Estamos sacando las riquezas de la madre tierra, pero haciendo un daño exagerado. Las conclusiones principales es exigir a las autoridades gobernantes y a las empresas que cuiden de este aspecto.

Para la iglesia lo fundamental es la creación de Dios, como cristianos tenemos que cuidar lo que se nos ha sido confiado, no para hacer cualquier cosa que queremos, sino para usarlo para el beneficio del hombre, pero con el cuidado necesario, pensando en las futuras generaciones. En el seminario se ha hecho todo un análisis de esta situación en diferentes países, el llamado a todos preguntando qué es lo que podremos hacer para preservar y cuidar esta casa común. Las conclusiones van en dirección de coordinar el trabajo, de ayudarnos mutuamente, hacer análisis científicos y técnicos para saber sobre las consecuencias, hay que evitar que las empresas tomen demasiados riesgos y hagan un daño que es irreversible. No se puede hacer en cualquier lugar minería. Vimos una serie de elementos que están saliendo y que nos ayudan como orientación general para nuestro pueblo y las organizaciones sociales.

Padre Marco: Estos días se ha hablado de buscar un nuevo modelo económico de desarrollo que sea sustentable, solidario, social y moral. Todavía es un tema pendiente porque hoy el neoliberalismo está vigente. ¿Por dónde van las reflexiones de esta búsqueda de un desarrollo que sea más integral?

Gilberto: Se ha hablado de los problemas socio-ambientales, Son parte de la economía mundial: los del norte que quieren aprovecharse al máximo de las riquezas. La idea es buscar otro modelo que no sea puramente extractivo, que trata solamente de saquear los recursos del sur, que permitimos sin exigir demasiado. Esta búsqueda todavía es difícil: encontrar un modelo que sea participativo, en la cual nosotros no solamente vendamos nuestras materias primas. Nos pagan alguito, pero, ¿y el daño que se provoca con esto? Hay que pensar también el derecho que tienen los pueblos, las regiones, de participar en estas grandes ganancias que se tiene gracias a la minería. Estas ganancias tienen que servir para industrializar nuestra región. La minería tiene que servir para arrancar hacia un desarrollo sostenible e integral, tiene que mejorar la calidad de vida. La historia que tenemos como Potosí y Oruro es lo contrario. La riqueza que Dios nos ha dado hasta ahora no ha permitido mejorar para “vivir bien”, y por eso surge la urgencia de la participación en la gestión y en los beneficios del trabajo minero.

Padre Marco: Este evento ha sido organizado por el CELAM, con un llamado especial a toda la iglesia de Latinoamérica y del Caribe, y en especial boliviana, orureña y potosina. ¿Cuál es el llamado que nos hace el CELAM?

Gilberto: El CELAM es el Consejo Episcopal de América latina y el Caribe, es el organismo que orienta el trabajo de la iglesia. Hay una historia de trabajo y de opciones que se han hecho. La iglesia Latinoamérica se ha convertido en una primera instancia hacia la problemática social, los mineros, y hacia los pobres. Después se ha hablado de los pueblos indígenas, de cómo acercar Evangelio a la cultura, conocer todo los valores cristianos que ya se viven. Y ahora, el tercer llamado que se hace, es para una tercera conversión, que es una conversión hacia la ecología, hacia el medio ambiente. Tenemos que pensar que evangelizar es también cuidar la naturaleza, cuidar la creación de Dios, cuidar todo lo que de alguna manera se está manejando irresponsablemente. Es un llamado de parte de la misma iglesia a todos los bautizados para que cada día cuidemos la naturaleza en todas las cosas pequeñas, en el manejo responsable del agua, el uso de la energía, el manejo de la basura, pero también influir en las políticas a nivel grande, para que cuidemos del medio ambiente. El documento de Aparecida ya nos hacia un llamado urgente. Este evento puede dar inicio a una red, a una estructura de búsqueda para ver como la iglesia puede dar una respuesta original a este nuevo desafió de cuidar nuestra casa común.