Nº42: Las raíces del CEPA: conversatorio entre co-fundadores, 28-nov-12

LAS RAÍCES DEL CEPA

Conversatorio entre co-fundadores


El 8 de diciembre 2012, fiesta mariana y de los Oblatos de María Inmaculada (omi), el Centro de Ecología y Pueblos Andinas (CEPA) existe 17 años. Chris Dutry, que estudió ecología y Gilberto Pauwels, antropólogo, en representación de la Comunidad Oblata de Oruro, fueron los co-fundadores.  Actualmente Chris es periodista ecológico de una revista familiar en Bélgica, mientras que Gilberto sigue como director del CEPA. Chris visitó Bolivia y Oruro, después de diez años de ausencia. En esta ocasión los dos fundadores tuvieron un conversatorio largo sobre el caminar e actuar de la institución. Alicia Cuiza, también miembro del CEPA ya desde su fundación, estaba presente. Participó y anotó lo siguiente.

Gilberto: Aunque tú eres es periodista, Chris, yo te hago la primera pregunta. Diez años es mucho tiempo, pero siempre hemos mantenido contacto vía Internet, casi semanalmente. Mientras tanto muchas cosas han cambiado en Oruro. ¿Cómo te sientes? 

Chris: En casa. Me he encontrado con muchos conocidos, amigos, compadres, algunos ahijados y ahijadas, que mientras tanto son jóvenes. Son más que 15 años que dejé de trabajar en Oruro, en Totora, Huanuni, Chuquiña,… hace diez años solo vine de visita algunos días, pero me sorprende con qué facilidad me siento otra vez en casa. Veo las mismas alegrías y penas, problemas y búsquedas. Oruro se ha vuelto más grande, con casas más altas, pero la gente ha mantenido la misma amabilidad de siempre.  Hace bien estar aquí entre Ustedes.

Alicia: Nos alegra tu visita, pero sí, el CEPA mismo ha cambiado. Ya no es la pequeña biblioteca incipiente, en la calle Tomás Frías en 1995, donde se iniciaron las primeras investigaciones y publicaciones sobre el medio ambiente y sobre los grupos culturales de Oruro. Hemos crecido y cambiado. No sé, si respondemos a tus expectativas de aquellos tiempos.

Chris: Lo que queríamos era divulgar un mejor conocimiento de las comunidades andinas, promover su reconocimiento como pueblos y revalorar sus culturas. Y por el otro lado, viendo un crecimiento acelerado de la contaminación en la ciudad y en el campo, sobre todo en las zonas mineras, queríamos promover un mayor control de este proceso dañino.

Que los pueblos andinos están ganando espacios y reconocimiento, no hay duda. Parece que el desafío está ahora en construir una convivencia intercultural equitativa entre y en todos los grupos. Me sorprende ver publicaciones sobre “descolonización”. Conozco de antes las situaciones de desigualdad y desprestigio para los pueblos originarios. Parece que no han desaparecido todavía, aunque percibo mejoras innegables de participación y valoración de las expresiones culturales indígenas.

La opción inicial que tuvimos como CEPA, fue correcta me parece.  Ahora las mismas comunidades tienen voz y voto, es solo cuestión de acompañarles y colaborarles con información, capacitación e iniciativas en defensa de sus derechos.

Gilberto: El derecho más vulnerable actualmente parece ser el derecho a un medio ambiente limpio e agradable, al agua potable y alimentación sana. Y eso va junto con respeto para los ríos y lagos y aguas, para las tierras y territorios. No creo que en eso hemos avanzado tanto. Habrás visto los plásticos en las calles y alrededor de los centros urbanos, y has leído sobre la contaminación invisible con metales pesados y en el aire. Los problemas parecen mayores que hace 17 años.

Chris: Efectivamente, así es.  Los centros urbanos han crecido y con ellos las necesidades de agua y de productos. La sociedad se ha “plastificado”; los procesos productivos son menos naturales, más químicos; las operaciones mineras y metalúrgicas son de mayor tamaño y más tóxico. Aparentemente el cuidado del medio ambiente ni siquiera puede avanzar al mismo paso que la misma contaminación. Estamos perdiendo el control. Este tendrá sus consecuencias  a mediano y largo plazo. La prueba ya está en los cambios climáticos. La madre tierra no solo se está enfermando, envenenando, sino a lo largo, ya no estará capaz de alimentar y proteger sus hijas e hijos.

Me recuerdo nuestras acciones, en aquellos tiempos, en contra del plomo en la sangre de los niños a consecuencia de la contaminación del aire por la fundación de Vinto y en contra de las aguas ácidas de la mina San José. También tengo memoria de nuestra voz de alarma por la tecnología utilizada por la empresa Inti Raymi, con sus operaciones mediante tajos abiertos, con aspersión de cianuro, con una inmensa perdida de aguas dulces y aceleración de la salinización de la cuenca y del mismo lago Poopó. Temo que en eso no se ha cambiado mucho, que Oruro sigue perdiendo, que sus riquezas naturales  a lo largo, a Oruro como región, le van a seguir produciendo empobrecimiento en la calidad de vida.


Gilberto: Si, seguimos con la misma problemática, que nos parece asfixiar cada vez más. No solo las comunidades rurales, sino barrios peri-urbanos y el mismo centro de la ciudad viven constantemente bajo diversas amenazas. Pero hay también luces de esperanza. Por ejemplo, por la declaración de zona de emergencia ambiental de la cuenca de Huanuni, – donde tú mismo durante cinco años has vivido y has sido testigo del maltrato al rio, – ahora las mismas comunidades afectadas, organizadas  como CORIDUP, exigen el cumplimiento de compromisos legalmente instruidos.

Nuevo también es que los mismos mineros y cooperativistas, que antes consideraban los “ambientalistas” como sus enemigos, ahora declaran que ellos mismos también se van a ocupar del cuidado del medio ambiente. Habrá que ver en qué medida van a poder cumplir este discurso. El hecho que un dirigente recientemente dijo que no van a aceptar control social al respecto, no es una buena señal. Pero, en general,  parece que más bien existe una predisponibilidad creciente de exigir mayor seguridad ambiental para sí mismos como trabajadores, para sus propias familias y para los habitantes de la región.  El cuidado ambiental llega a ser parte inseparable y condicionante de toda actividad minera e industrial.  Debes recordarte que eso ha sido uno de nuestros objetivos iniciales.

Alicia: Yo creo mucho en las iniciativas pequeñas desde las bases. No creo que un solo sector vaya a salvar la situación. Hay jóvenes, niños, mujeres, grupos de base que ya empiezan a pensar de otra manera y actúan diferentemente. Las patrullas ecológicas de niños que cuestionan a los mayores; los integrantes de la Escuela de Líderes Ambientales que investigan, analizan y proponen; las muchas iniciativas de los establecimientos educativos; los pronunciamientos y movilizaciones de organizaciones  sociales y vecinales; el grupo de eco-mujeres que construyen alternativas para la atención a la salud y la nutrición… cada acción solita parece pequeña e insignificante, pero todos juntos pueden llegar a construir un movimiento incontenible. Me parece que como CEPA no podemos descuidar este aspecto del trabajo. Debemos  impulsar y acompañar todas las iniciativas valiosas y creativas, en la medida de nuestras posibilidades.

Gilberto: Entiendo que Alicia quisiera que, tal como las naciones y culturas surgieron con fuerza y se hicieron respetar, de la misma manera diferentes grupos ecológicos y ambientales forjen una proceso de renovación ambiental, – no solo con palabras sino de hecho, – despertando una nueva actitud que ponga el cuidado de la naturaleza como exigencia transversal en toda actividad humana y social. Hay mucho que hacer todavía….

Chris: Lo que ha podido realizar el CEPA en estos últimos años, en coordinación con Radio Pio XII, me parece estar en continuación de lo que los oblatos están haciendo en Bolivia desde 60 años: escuchar y acompañar al pueblo y desde el Evangelio sumarse a y motivar la lucha  para un mundo más justo y solidario. Felicidades por los 17 años de vida y  compromiso. Seguiré caminando con Ustedes con el mismo mensaje, como periodista ambiental en Bélgica,  y con el mismo entusiasmo de aquel primer día, el 8 de diciembre de 1995, el día que en Oruro nació el CEPA.

Alicia: Gracias, Chris, por tu visita y tus palabras. Hemos recorrido ya un camino largo como institución. Mientras tanto muchas cosas han cambiado, pero seguimos haciendo camino caminando. Lo que hemos hablado, resume bien lo qué se ha hecho hasta ahora y hacia dónde queremos ir, acompañando al pueblo.

Alicia Cuiza
CEPA