EL DESPERTAR DE LA NATURALEZA
El día 21 de septiembre ha llegado inaugurando un nuevo ciclo en el que la naturaleza se recrea una u otra vez. Esta fecha marca el mes de la primavera, de las flores, la juventud y el amor. Asistimos, en esta época del año, al despertar de la naturaleza: las plantas anuales rebrotan, las semillas germinan, los animales entran en veda y empiezan a reproducirse, el ecosistema empieza a colorearse de verde poco a poco y, en suma, existe alegría de vivir.
Septiembre marca, entonces, el inicio de las campañas de plantación de arbolitos en sitios de áreas verdes de la ciudad de Oruro a cargo de las diferentes instituciones. Esta actividad se prolonga habitualmente hasta el mes de diciembre.
En las comunidades rurales, en el mes de septiembre los comunarios se encuentran dedicados a las tareas de preparación del terreno y la siembra de cultivos. La época de siembra demanda de la dirección u orientación precisa del consejo de ancianos, amautas o sabios, de sus experiencias, saberes y conocimientos del futuro comportamiento del clima. El año agrícola pasado inmediato se establece como un referente importante para la lectura del comportamiento climatológico que se avecina. De la correcta lectura del clima para el período inmediato siguiente, se podrá tomar las previsiones que garanticen los resultados de la producción agropecuaria. Esta lectura toma en consideración el comportamiento de la flora, fauna, astronomía, así otros procesos climatológicos, a saber: vientos desde los días Virgen de Asunción (agosto), heladas nocturnas con temperaturas muy bajas, nubes en los primeros días de agosto y otros detalles complejos.
Los consejos de amautas tienen como uno de sus encargos orientar a los comunarios respecto de la época propicia de la siembra, en qué o en cuál ecosistema será mejor la producción agrícola, si el año será adelantado, medio o retrasado, si será año de papas, de cebada o quinua. Orientarán, del mismo modo, acerca del lugar donde será mejor año agrícola: en las pampas o serranías, etc..
Lastimosamente, este seguimiento complejo del comportamiento de la naturaleza y el clima se va perdiendo con la globalización y la modernidad, junto a las personas de la tercera edad o ancianos sabios.
El mismo comportamiento climatológico de la naturaleza, es el que orienta las futuras condiciones del buen tiempo, tanto si será regular o malo.
La lectura del comportamiento de la naturaleza fue una de las estrategias para garantizar la seguridad alimentación de las comunidades campesinas en el pasado.
Sin embargo, la crisis ambiental y ecológica en el planeta entero, debido al cambio climático, está generando desorientación respecto de estos saberes. En efecto, concretamente en lo que a los sistemas andinos concierne, el comportamiento de la fauna y la flora, que otrora se constituían en indicadores válidos, actualmente ya no son certeras a la hora de predecir el tiempo futuro inmediato.
Por lo expuesto, se hace preciso desarrollar y experimentar en el tiempo hacia una nueva reinterpretación y conocimiento de la naturaleza y la climatología. La crisis ambiental mundial está afectando, sin duda, también a nuestro departamento. Una de las tareas urgentes e inmediatas será la de desarrollar programas de adaptación, nuevos sistemas de producción sobre la base de la tecnología y estrategias de producción andina ya desarrolladas.
“Que viva la primavera, que viva la juventud y el amor”
Germán Condarco Q.
UNIDAD: CULTURAS – CEPA