Nº826: Adaptación y gestión de riesgos asociados al Cambio Climático; Los obispos expresan sobre el Cambio Climático, 24-9-13

ADAPTACIÓN Y GESTIÓN DE RIESGOS ASOCIADOS AL CAMBIO CLIMATICO

Mientras que estamos viviendo los cambios climáticos, tratando de adaptarnos con algunas acciones muy aisladas, se están suscitando hechos climáticos que llaman la atención, como son: fuertes ventarrones, sequías, granizadas nunca vistas, precipitaciones pluviales abundantes en un periodo de tiempo corto. ¿Estamos preparados para enfrentar desastres naturales?

Se dice que en Oruro existen dos épocas en el año: invierno y verano. El invierno empezaba en los meses de abril y se extendía hasta junio, pero actualmente ya no: el invierno se ha retrasado; comienza recién en el mes de mayo y se extiende hasta agosto. Es lo que ha sucedido estos últimos cinco años. Los vientos tenían presencia en el mes de agosto; ahora están en septiembre. Lo que llama la atención no es tanto el retraso, sino la caída de nevada muy temprana (que no es buena para la agricultura); la sensación de frío intenso (sin haber bajado tanta la temperatura) y las precipitaciones pluviales en pleno invierno.

También se ha advertido que los ventarrones se han convertido en tormentas, como ha ocurrido el pasado domingo 8 de septiembre. La intensidad del viento era muy fuerte. Algunos comunarios del área rural manifestaban que en el campo se están presentando tormentas de arena, no precisamente en la época acostumbrada (agosto) sino inclusive en el mes de noviembre. Lo que más preocupa, según ellos, es que son más intensos y frecuentes.

Luego se avecina la sequía de los meses de octubre, noviembre y diciembre. En los años anteriores se han presentado sequías muy fuertes, lo que afecta la agricultura y la ganadería. Se ha indicado que el fenómeno de la Niña se presenta cada cierto periodo, pero recientemente es con mayor frecuencia.

De la misma manera las precipitaciones pluviales con granizada después de sequías han sido frecuentes, lo que hace que la agricultura sea aún más dañada. Testimonios de pobladores de las comunidades indican que el tamaño de las granizadas son grandes, asemejándose a las canicas o cachinas, lo que ha causado inclusive heridas en los animales.

Las precipitaciones pluviales son bajas en nuestro medio. Si fueran distribuidas durante las épocas en que son necesarias, serían aprovechables. Lamentablemente las lluvias no caen en un periodo largo, sino relativamente corto. Se han ido acortando, mientras que la intensidad se ha incrementado, lo que provoca inundaciones, deslizamientos y destrucción de viviendas. Frecuentemente se escucha que la población de Chipaya o El Choro se ha inundado o que han perdido una parte o toda su producción.

Los desastres naturales se presentan con mayor intensidad y mayor frecuencia. Estos y otros fenómenos afectan sobre todo el área rural, la agricultura y la ganadería. Y si la producción de alimentos es afectada, de hecho la seguridad alimentaria está en riesgo.

¿Estamos preparados para enfrentar desastres naturales? ¿Qué importancia damos a la gestión de riesgos? ¿Tomamos en cuenta que, por el cambio climático, los riesgos son cada vez mayores?

Los cambios provocados por el calentamiento de la tierra pueden ser favorables o desastrosos, según las regiones. Son siempre imprevisibles, inseguros y por eso implican riesgos a veces muy grandes. Indudablemente debe aprovecharse también las nuevas oportunidades que puedan presentarse. Debemos atender todos los desafíos provocados por el cambio climático, pero tomando en cuenta siempre que la agropecuaria tradicional y otros aspectos de la vida en el mundo andino están en riesgo, quiere decir en peligro. ¡Quedemos alertos!

Son fenómenos que deben ser estudiados en las universidades. Ellas tienen un mandado constitucional de realizar investigaciones y buscar innovaciones tecnológicas. Instancias como los ministerios, la gobernación, los municipios y las organizaciones de la sociedad civil, deben tener conocimiento de sus hallazgos y recomendaciones. Es importante incidir en los niveles políticos de decisión para lograr la formulación de políticas públicas, que orienten la incorporación del componente “Adaptación y Gestión de Riesgos asociados al Cambio Climático” en los procesos de planificación estratégica del departamento.

Norma Mollo Mollo
Programa de Reducción de la Vulnerabilidad
CEPA – LIDEMA