Chiwanku
Boletín Informativo de CEPA
VIII Congreso Departamental de Líderes Ambientales
“Construyendo justicia socioambiental para vivir en un ambiente sano”
(Oruro, sábado 15 y domingo 16 de noviembre)
Año que pasa la contaminación ambiental en nuestro departamento de Oruro aumenta. Muchas empresas mineras en la actualidad vierten sus residuos y desechos minerales directamente a los ríos sin ningún tratamiento. Diariamente la ciudad de Oruro genera 140 toneladas de residuos sólidos (basura). Las aguas servidas de alcantarillado en la actualidad son evacuadas directamente a los lagos Uru – Uru y Poopó. De la misma forma los cambios climáticos están provocando sequias prolongadas, inundaciones, tormentas eléctricas y fuertes ventarrones, etc., Está situación está amenazando la calidad y cantidad del agua, además la seguridad y soberanía alimentaria de la región.
Observaciones y demandas de las comunidades afectadas por la minería (Encuentro Taller Caquingora, octubre 2014) En fecha 23 y 24 de octubre del año en curso, líderes y representantes de comunidades afectadas por la minería de Oruro, La Paz y Potosí se reunieron en un Encuentro Taller en la localidad de Corocoro provincia Pacajes de
Observaciones y demandas de las comunidades afectadas por la minería
(Encuentro Taller Caquingora, octubre 2014)
En fecha 23 y 24 de octubre del año en curso, líderes y representantes de comunidades afectadas por la minería de Oruro, La Paz y Potosí se reunieron en un Encuentro Taller en la localidad de Corocoro provincia Pacajes de La Paz. Después de una visita a varios lugares del Centro Minero de Corocoro y el taller realizado en la Marka Caquingora, y en base a un análisis y debate colectivo sobre la problemática minera – ambiental, se lograron las siguientes conclusiones:
Contaminación. En las visitas realizadas hemos evidenciado la contaminación del agua, suelo y aire generada por los operadores mineros. Se ha visto cómo la vida de las comunidades, su educación, el medio ambiente, el empleo, el trabajo, han sido afectados a tal punto que estás necesidades básicas no se garantizan sino que por el contrario se acaban y dejan de ser reconocidos como derechos. De igual manera, su cultura, su cosmovisión y su desarrollo están reducidos. Hoy en muchos de estos lugares solo quedan pasivos ambientales y aguas acidas, que amenazan la seguridad y soberanía alimentaria y la salud de los y las comunarias de la zona.