PACHAMAMAJ UYARIKUSPAPUNI

“Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originarios campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta constitución y la ley”. (Art. 2. CPE, Título I, Bases Fundamentales del Estado)

Es así como empieza nuestra Constitución Política del Estado Plurinacional, incorporando de esa manera a cientos de pueblos y comunidades que a pesar de todo mantienen sus prácticas culturales vivas así como su visión sobre el mundo. Esas prácticas que reflejan una raíz cultural, que el mundo urbano las reproduce y resignifica para expresa a través de ellas su propia visión de la vida, de ahí que “alcanzar una mesa” pidiendo trabajo, salud, dinero se constituye en una  expresión de “todos” banqueros, comerciantes, constructores, abogados, ingenieros, mineros, maestros y desde luego de productores: ganaderos, pescadores, agricultores. Y las comunidades afectadas por la contaminación y el deterioro de sus recursos naturales no son la excepción, de allí que el día 27 último viernes del mes de agosto  sus autoridades y representantes concurrieron a la plaza 10 de Febrero para compartir y hacer conocer su situación, marcada por un notable déficit de agua potable y sana. Preocupación cada vez más creciente, como claramente lo expresaba el encargado de alcanzar la ofrenda Don Gerardo Loayza Chinche, Qurak Mallku del Consejo de Gobierno de la Marka El Choro, Provincia Cercado autoridad de mayor jerarquía entre otras autoridades originarias presentes.

“Muchas gracias, en este momento,  nosotros hemos llegado desde nuestros ayllus, desde nuestras comunidades, desde nuestras markas tanto de la provincia Cercado como también de la provincia Poopó, provincia Pantaleón Dalence y parte de la provincia Abaroa. Quienes vivimos, en las orillas tanto del lago Uru Uru, río Desaguadero, lago Poopó, nos hemos hecho presentes en esta plaza histórica 10 de Febrero, plazmallku, plazthalla, para pedirle a nuestra madre tierra, a nuestra pachamama. ¡Perdón! por el daño que le hacemos a nuestra madre tierra, por la ingratitud, por el olvido. Es verdad que no reconocemos que nuestra Pachamama, nos da de comer, nos da de tomar, de vestir, nos da educación. Nuestra madre tierra no nos pide nada, pero  sin embargo, nosotros la hemos olvidado. Por eso, hoy, en este momento queremos en este mes de agosto que es todavía, mes de la suerte, mes dedicado a la Pachamama. Queremos decir ¡perdón Mamita! ¡Perdón Pachamama! por las ofensas. Perdón nuestra madre tierra por el ¡olvido! por la contaminación, por el daño que le hacemos, por la contaminación ambiental. 

Queremos también decirle: Mamita Pachamama que nos derrames tu bendición a todos tus comunarios wawaqallus que están asentados en las cuatro provincias como son provincia Cercado, provincia Poopó, provincia Pantaleón Dalence y parte de la provincia Eduardo Abaroa, por eso en este momento, a nombre de todos los hermanos contribuyentes, de los hermanos  que están sufriendo la escasez de agua, en este momento están sufriendo la escasez de forraje, que están sufriendo la desatención del gobierno departamental, la desatención del gobierno nacional. Mamita Pachamama toca el corazón de nuestros gobernantes para que ellos puedan atender nuestras demandas y así podamos encontrar mejores días. En este momento, siempre vamos a pedir, a nombre de todos los comunarios, wawaqallus de las cuatro esquinas: de Taraku, Sora, Tinta y Marka. En esta plazmallku, plazthalla vamos a entregar este cariño, amor respeto por todos los hermanos de CORIDUP, que están asentados a lo largo y ancho del río Desaguadero, para que con la bendición de Dios pueda llover para dar forraje a nuestro ganado, se pueda multiplicar también nuestros ganados, tanto hombres. Tayka salmar qosa, santa Ana para que podamos tener hijas profesionales, Para que podamos tener abastecimiento de agua potable en nuestras comunidades, agua para riego, agua para  consumo humano. Chaytanispa entregasunchej Kay qurimesata qulqimesata, Pachamamaj chajpa, uyarikuspapuni, aswan bendición tatajamunanpaj tukuy comunario wawaspa. Jallalla bendición chaytanispa. JALLALLA”. (Grabación 270821_008, 03:23-07:10) Gerardo Loayza Chinche, Qurak Mallku del Consejo de Gobierno de la Marka El Choro, Provincia Cercado, departamento de Oruro)

Este diálogo con la Pachamama, pedía además que se abriesen los ojos y los corazones de las autoridades políticas electas ya que es su mandato, plasmado en nuestra Ley de leyes, es decir en la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, que establece que “Es deber del Estado y de la población conservar, proteger y aprovechar de manera sustentable los recursos naturales y la biodiversidad, así como mantener el equilibrio del medio ambiente”. Art. 342. CPE, título II. 2009. También está previsto que “el Estado y la sociedad promoverán la mitigación de los efectos nocivos al medio ambiente, y de los pasivos ambientales que afectan al país. Se declara la responsabilidad por los daños ambientales históricos y la imprescriptibilidad de los delitos ambientales” (Art. 347.I. ) de allí que tanto autoridades comunales como población afectada, como parte de la sociedad y del Estado, con este acto ejercen su derecho para denunciar las condiciones de sus teritorios.  

Por último, en el artículo 11 hemos reconocido que la República de Bolivia adopta para su gobierno la forma democrática participativa (asambleas, cabildos, entre otros), representativa (por voto) y comunitaria (según normas y procedimientos propios), con equivalencia de condiciones. Es decir, que tanto las autoridades políticas como las autoridades comunitarias se encuentran en igualdad de condiciones. Por lo que el trato debe ser entre pares, especialmente si se trata de una problemática estructural y de amplio alcance como es la remediación ambiental. 

Ruth Carol Rocha G.

Unidad de Justicia Socio Ambiental – CEPA